(Pintura: Molina Campos)
Gaucho era el ranchito
chicuelón, senciyo,
como yo desiaba
dende muy potriyo.
Pajaritos, flores,
y eya y yo, solitos,
aguaitando un día
nos venga un hijito.
Ansí jué que dijo:
-"Me quedé esperando"-
y ya nos besamos
abrazaos, yorando.
Se sentía flojona,
fierona se vía,
pero yo... ¡más linda
cada nuevo día!
Una tarde vine
y l'hayé acostada,
-"Tas muy mal"- le dije
y eya!... "No, no es nada".-
Juí ciego hasta el pueblo,
truje la partera
que a su lao estuvo
en la noche entera.
Cuando amanecía
se puso a gritar,
y yo de asustao,
dentré a gomitar.
"No seas sonso, hombre"
Ña Paula me dijo,
-"No ve qu'ella grita
porque viene el hijo"...
"Alcánceme el agua
¡Metalé!, le digo,
y aqueyas tijeras
pa'cortar l'umbligo".
Endispués di un rato,
cayados los gritos,
se asomó Ña Paula:
-"Vea... varoncito..."
Dentré pa'la pieza
de alegría deshecho,
se me hace quería
reventarme el pecho.
Los miré temblando,
los besé a los dos,
y m'hinqué, rezando:
-"Gracias... Tata Dios..."
Me quedé pensando
v'a yamarme ..."Tata"
y a decirle: "Mama"
a mi gaucha ñata.
V'a yamarme... "Tata"
dende muy chiquito
y vi'a contestarle:
"¿Qué quiere... m'hijito?..."
Me salí p'ajuera
manotié un rebenque
y agarré trotando
p'al lao del palenque.
Agarré el cabayo
me le senté en pelo
y me juí gritando
pa'que me oiga el cielo:
"¡Tengo un hijo, saben!
¡Tengo un cachorrito!,
y si juera poco...
¡Me salió machito!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario