(Pintura: Bernabé De María)
En la güeya e la vida,
supe querer
muy ardiente y sinsero,
a la mujer.
Como jué inconstante
pude aprender,
q'ansí empiesa, el q'quiere,
a padeser.
A la güeya, güeyita,
güeya del amor,
encontré en los besos
plaser y dolor.
La mujer y la plata
son dos tientos sobaos;
nos tienen, como güeyes,
acoyaraos.
Cuando los hombres juimos
medios alsaos,
caimos a eyas de nuevo
cuasi boleaos.
A la güeya, güeyita,
güeya del amor;
encontré en los besos
plaser y dolor.
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