Dulce guitarra querida
tengo una pena en el alma
ando buscando la calma
que cicatrice mi herida.
Dulce guitarra querida
con seis caminos sonoros
hoy que de pena te lloro
por una dicha olvidada
recuerdo la boca amada
de la que fue mi tesoro.
Ah! malaya que matreros
fueron tus ojos, María,
eran mi noche, mi día
en mi penumbra un lucero
yo que fui buen aparcero
en el campo ´e tus amores
hoy solo tengo dolores
que me lastiman el pecho
mi gaucha con que derecho
me privas de tus amores.
Dulce guitarra querida
novia adorada en mis brazos
al contarte mi fracaso
se profundiza la herida
al aferrarme a la vida
desesperao suelto el llanto
amargo es el quebranto
que me ha postrao en el lecho
te pregunto si hay derecho
para hacerme sufrir tanto.
Como autor de Estilo para Maria,me encuentro sorprendido y agradecido por difundirla.Te dejo mi pagina:
ResponderEliminarwww.abelgari.com.ar
ABEL