"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Décimas Cordobesas
Tuve en mis años primeros,
de marca de don Cruz Trejo,
un guapo macho azulejo
como una luz de ligero.
Me hice, también, de un apero
a la usanza cordobesa:
la caronilla... ¡como esa
no he tenido igual en mano!
Fue de origen tucumano
la carona'e suela gruesa.
Recado de altos arzones,
cincha'e ramales de tiento,
y pa'ablandar el asiento
cueros de chivo y pellones.
Seguiré dando razones
de mi recado serrano:
un lazo de seis, liviano;
espuelas, de las chilenas,
cabezadas, riendas buenas
y un facón siempre en la mano.
Gran guardamonte de cuero,
de carpincho el sobrepuesto;
fuerte bozal con cabresto
y un freno criollo de acero.
¡Lindo correr un ternero
por faldeos y quebradas!
o salir a las boleadas
de guanacos que, en otrora,
pastaban adonde ahora
ya ni queda paisanada.
Cuando a recorrer salía
por varios días los cerros
llevaba siempre mis perros
"Jazmín", "Cual" y "Policía".
Alzaba en la alforja mía
charqui, quesillo, patay...
Agua ande quiera la hay
en arroyos y vertientes
y en chifles el aguardiente
o caña del Paraguay.
En llegando la oración
al macho desensillaba
y preparaba la pava,
los avíos y el fogón.
Yerbera era en la ocasión
un cuerito de ternero
sacado, en bolsa y entero,
con verdadera baquía.
Y al fin, cuando el agua hervía,
dulce tras dulce al garguero.
El recado acomodado
me formaba blanda cama
y colgaba de una rama
el charqui que había quedado.
Con los perros a mi lado,
envuelto en poncho y pellones,
me quedaba en dos tirones
dormido como un bendito
sin sentir nada el fresquito
que llegaba a remezones.
¡Qué lindas noches aquellas
las que en el campo pasaba!
De admirar jamás dejaba
a la luna y las estrellas.
Y para hacerlas más bellas
la salvia, el palo amarillo,
la peperina, el tomillo...
me brindaban su fragancia
y también, en abundancia
su perfume el espinillo.
Todo aquello es un recuerdo
que se pierde en la distancia.
Hoy son quintas, las estancias
y jardines, los potreros;
y ya en mis años postreros,
aunque negando ser viejo,
creo ver, allá a lo lejos,
entre huaycos y pampillas,
los guanacos en tropillas
y roznando a mi azulejo.
Mi amigo, coinciden las iniciales y el tema cordobés, y aunque no conozco el compuesto, no dudo que el mismo corresponde al afamado guasquero D. Luis Alberto Flores.
ResponderEliminarAfectuosamente,
Carlos
¡Amigo don Carlos, ud si que es un baqueano rastreador de versos!
ResponderEliminarLe mando un "roznido" y un abrazo agradecido.
El gauchoguacho