Astronomía gaucha (Cuentos de mi abuelo)

(Pintura: Eleodoro Marenco)

Mi abuelo, para yerbiar,
era hombre de tiro largo
y en ancas de cada amargo
un cuento solía contar:
-"Hoy les voy a desgranar
de esa espiga un argumento
de cómo en un solo invento
Dios hizo cosas tan bellas:
la luna, el sol, las estrellas
y el azul del firmamento."

"Como una argolla es el mundo,
no tiene boca ni fondo;
unos dicen que es redondo,
y otros que es largo y profundo;
sin ser un sabio fecundo
aseguro que es cuadrao
y que rueda, asujetao,
sobre unos ejes machazos
y que como barquinazos,
el alma me ha lastimao."

"Allá por el año dos,
cayó a esta pago un paisano,
un hombre rubio, galano,
de entendimiento precoz;
ese gaucho era un tal Dios
hombre leido y bien pensao
que en un legajo trazao
traiba los planos del mundo
y con trabajo profundo
hizo el milagro soñao."

"Les aseguro que el cielo
en el suelo jué formao
y enterito levantao,
según contaba mi abuelo;
en cada punta del suelo
un poste había plantao
y el celeste jué estirao
a juerza de torniqueta
y en el aire se asujeta
lo mesmito que un toldao."

"Vieran oído el griterío
del gauchaje entusiasmao
después que el cielo fué alzao
donde hoy está, ¡Cristo mío!,
sólo se óbia el balerío
de los planteles alzaos,
los potros alborotaos
juían parando la cola,
y le juro que ni a bola
pudieron ser alcanzaos."

"Muchos curiosos por ver,
que se hallaban en el suelo,
se subieron sobre el cielo
y no han podido volver;
¿Han oído cuando al llover
el fuerte trueno estamparse?
Son ellos que por bajarse
pujan desde el otro lao
y así rompen el toldao
que tanto costó pa alzarse."

"Cuando entre el rojo escarlata
como una degoyadura,
desde la infinita altura
el sol lnos da la culata,
como un patacón de plata
asoma el gaucho lucero,
cuenta no sé qué aparcero
que el lucero ha descubierto,
que es el ojo de un güey tuerto
que Dios tiene en el potrero."

"La luna en el infinito
es una moza embustera;
que a veces asoma entera
y en otras un pedacito
y en el medio, ¡Dios bendito!
se ve un jinete mentao
que a un burro se le ha sentao
lo menos hace veinte años,
hablándoles sin engaños
ningua vez se ha bajao."

"Una vez vide encantao
al mesmo Tata Dios viejo
en un bagual azulejo,
lindasamente aperao;
le pregunté entusiasmao:
-¿Cómo están pó allá pó el cielo?
Me contestó: - ni en el suelo
hay tan güenas diversiones,"
esas son las relaciones
que sabía contar mi abuelo.

Cuentan que el Padre Divino
pintó el infinito tul
de color blanco y azul
porque Dios era argentino;
hoy al ver en el camino
todo el gauchaje agringao,
¡Velay! le puso el recao
a su azulejo bravío
y se perdió en el vacío
de purito abochornao.