(Pintura: Gustavo Solari)¡¡Ah malaya, quien pudiera
enderiezarle a la moza!!
Si es un pimpollo de rosa
qu'en la mañana se abriera.
Yo con mi taba culera
diande echar una clavada,
pa pior en la atropellada
soy como sapo maniao,
pobre ternero entecao...
laya de laucha escarchada.
Bagualón pa los quereres
y a los quereres porfeo
y en ocasiones rabeo
contra las mesmas mujeres.
Algunas sus menesteres
facilitan al varón,
pero otras, al redomón
qu'en el amor se entrevera,
lo hacen rodar ante quiera
pa ráirse a satifación.
La viá lidiar con pacencia
como al mancarrón deshecho,
anque se me pele el pecho
porfiando pa su querencia;
se amadrina con la ausencia
el cristiano más rocín,
hasta qu'el amor al fin
lo deja como al finao,
con el pescuezo enterrao
como botella'e jardín.
Y si cuadra la ocasión
de hallar la potranca suelta,
me le viá dir esta güelta
como chancho a la ración.
Y aura veo la razón
por la que en forma sencilla,
mama, bichoca y tordilla
cuántas veces me decía:
no podés negar la cría
de tal palo, tal astilla.
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