(Foto: Eduardo Amorim)
Como el tiempo es una noria
Que da vueltas sin parar,
Suele las cosas dejar
Del otro lao de la historia.
Pero a veces la memoria
Sabe coparlo al olvido,
Y hoy el recuerdo ha querido
Que esté mirando al pasao,
Y vuelva aquél reservao
A su tiempo más florido.
Y ansí mis ojos retratan
A ese bichoco sumido,
Que por los años, vencido,
Anda arrastrando las patas,
Vuelvo al pasao y aunque a gatas
Hoy lo estoy mirando andar,
Yo lo quiero recordar
Como en sus tiempos mejores,
Cuando muchos montadores
Solo de él solían hablar.
Me hace volverlo a ver
Echo corcovo y relincho,
Y al enterrarle los pinchos
Ver un paisano caer,
Tanto que hace estremecer
Todo el público reunido
Cuando lo deja tendido
A un famoso domador,
O cortando un atador,
Cogoteando enfurecido.
Pero es al ñudo el intento,
Y se hace triste pensar,
Que se pueda regresar
Al inicio de este cuento,
Quisiera que en el momento
Que el chimango venga a verte,
Te sientas bellaco y fuerte,
Y pensés en la partida,
Que estás volteando a la vida,
Del palenque de la muerte.
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