A naide se le ha ocurrido
hacer una estatua al buey.
Y él fue quien tejió la Patria
antes que lo hiciera el riel.
Sangrando por las picanas,
sin descanso y sin comer,
¿quién sino él trazó los rumbos
que luego siguiera el riel?
Hoy sigue, en los territorios,
haciendo lo que hizo ayer:
labrando a fuerza'e pezuña
derroteros para el riel.
Mas no cerraré mis ojos
sin que me esfuerce por ver
en un escudo'e mi tierra:
-bien quisiera el de Neuquén-
un sol en el horizonte,
y entre gajos de maitén,
una pampita de trébol
y, en ella, echadito un buey.
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