miércoles, 9 de marzo de 2011

Sapo Fierro

(Foto: José María Perez Nuñez)



Aquí me puse a vivir,
con mi sapa y mis sapitos,
en este aljibe infinito;
cuanto más fijo mejor,
que al sapo muy picaflor
lo cazan como chorlito.

Yo nací en una laguna
y mi cuna fue de lodo,
cosa de ningún modo
me puede desmerecer,
que a la hora de nacer
renacuajos somos todos.

A este fondo no rodé,
me mudé con gran trabajo.
Yo no soy un estropajo
ni por desidia me hundo:
no es lo mismo ser profundo
que haberse venido abajo.

Aquí estoy entretenido
como gato en almacén.
Me gusta pasarlo bien,
quieto y con economía,
que sapo que anda en la vía
no lo para más que el tren.

Yo tengo una picardía
cuando suena la roldana:
me escondo de buena gana
para salvar mi pellejo,
que el sapo sabe por viejo
pero más sabe por rana.

Aquí me voy a plantar
profundo como carozo.
Yo le digo al veleidoso
que por variar se desvive:
sapo que cambia de aljibe
siempre es sapo de otro pozo.


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