(Pintura: Carlos Montefusco)
Disen muchos qu'el hombre d'esta tierra
nu es hombre pa la pala ni l'orquiya,
y que sacao del mate y la giñebra
no le tiene afisión mas que a las chinas.
Que le basta tener algun matungo
conque dir el Domingo a las "esquinas",
y que si tiene cuatro riales juntos
ya li anda hasiendo el tirador cosquiyas.
Que es su única ambisión andar rodando;
Ambisión? y ¡pa que!, si las tuviera,
no biese dao lo que ganó peliando
pa que vengan y engorden los de ajuera.
Que se pasa la noche ande lo agarra
por el gusto de andar con las estreyas,
afirmao a la curva e la guitarra
u hasiendo remolinos de poyeras.
Dicen muchos... ya se, pero d'envidia
los que al gaucho lo tienen siempre a menos,
porque nu anda segao por la avarisia
enterrando los guesos como el perro.
Porque cantan y viven generosos
mas qu'el propio, cuidando el bien ajeno.
Herensia d'esta tierra ande sus ojos
solo vieron la pampa, gueya y sielo!
Pero nunca se acuerdan de qu'el gaucho,
el guaso, el haragán, y hasta matrero,
corta un cuero, abre un surco, alsa su rancho
y engaviya a la par del estranjero.
Porque así como aveses echa un trago
y es su orguyo tener un parejero,
se requinta el chambergo en el arado
y a la par del que raye es chacarero!
Le acomoda al garrón un par d'espuelas
arma el laso, lo vuelca en un floreo,
se le sienta a un arisco, puert'ajuera
y le aparte el que marque en un rodeo!
Y si undia supiera que la Patria
lo priecisa en defensa e sus laureles,
cada gaucho s'ingiere en una lanza
y empujando en la lanza, ¡yeva un Guemes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario