miércoles, 2 de febrero de 2011

De vista baja

(Dibujo: Solari)
Cuando andaba más libre
de sufrimientos
por distráirme en zonceras
voy... y trompiezo.

Uno cré que se olvida
porque hace tiempo
que no sale pa'l campo
de los ricuerdos.

Uno cré, y redepente,
allá, ande menos
s'esperaba el dijunto
lo hablan de adentro...

No hay manera de dirse
de lo que semos;
se abren solas las cuevas
del pensamiento!
...........................
Hoy pasaron puel rancho
cinco troperos;
al andar parecían
sombras del tiempo.

Se arrimaron dispacio
como con miedo
y nos dimos la mano
sin conocernos.

Sin conocernos dije
pero no es cierto:
algo mío llevaban
mezclao con ellos.

Taloniando un petizo
bichoco y tuerto
diba el más gurisito
sobre el pescuezo.

Más atrás un muchacho
medio rillendo
jinetiaba un escuro
montao en pelo.

La guitarra a la espalda
blanco el pañuelo
lo seguía un mocito
de bozo negro.

Al costao un paisano
juerte y sereno
se afirmaba en el cabo
de su talero.

Y cerrando la marcha
doblao, al peso
de quién sabe qué penas,
tranquiaba un viejo.

No pidieron tabaco
ni agua ni techo;
caminaban sin ruido
ni movimientos.

Nos miramos un rato
y en el silencio
yo sentía que hablaba
con cinco acentos!

Por la orilla del monte
callaos, siguieron
y se jueron en sombras
como vinieron!

Abrumao por los años
y el pensamiento
me desangro en prieguntas
que no contesto.

¿P'ande irán sin palabras
los cinco arrieros?
¿Qué dolor me llevaron,
cual me trujeron?

En mis cinco sentidos
ya no hay sosiego,
y ando solo y tropiando
cinco momentos!

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