(Dibujo: Eleodoro Marenco)
Haciendo pié en la subida
y soliviao cuesta abajo
sin mesquinarle al trabajo
le he dao el frente a la vida.
Y desde mi edad florida
hasta la que áhura me apreta
aunque no he sido un maleta
de pobre nunca he salido,
porque el cardo no ha nacido
pa dar flores en maceta.
Y en medio de mi pobreza
aunque nada me ha sobrado
teniendo un pingo ensillado
nadie me gana en riqueza.
Es que al rumbiar con fijeza
busqué cuerpiarle a la espina
pero el tiempo que camina
si me aventó un desconsuelo
me fué enredando en el pelo
los rastros de una neblina.
A veces, la inspiración,
me invita a soltar los rollos,
y estando rodeao de criollos
canto en cualquier ocasión.
Mi aspecto tan cimarrón
suele achivar mi valía,
mas digo, sin fantasía,
pa que recuerde el gauchaje
¡que hay aves de feo plumaje
que cantan con melodía!
Escondiendo una sonrisa
entre el humo de un cigarro
igual tranqueo entre el barro
como en la senda más lisa.
Y como el diablo no avisa
cuando le firma un decreto,
pa que no me agarre quieto
y me obligue a cabrestiar
yo sigo sin aflojar...
¡castigando mi esqueleto!
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