sábado, 18 de diciembre de 2010

Así hablaba don Jauretche


Se llamaban "tierra adentro"
la pampa y la cordillera,
después fueron "campo afuera"
porque las palabras pesan;
con esas cosas empiezan
a vaciarnos la sesera.

Empiezan cuando en la escuela
no hablan del común destino,
ni explican por cual camino
llegamos a ser despensa;
ni enseñan porqué averguenza
a veces ser Argentino.

Hablan del ornitorrinco,
de Gracia y de las Cruzadas,
pero jamás dicen nada
de asuntos Americanos,
ni del alma del paisano
que se jugó en las patriadas.

Y así van formando peones,
tilingos y perdedores,
que no distinguen errores
ni entran en la discusión,
pensando que la Nación
es asunto de "Dotores".

Si quiere ver un tilingo
métase un rato en un bar,
y escúchelos conversar
de huelgas y obreros vagos
y no pagan ni su trago
si el dueño no quiere fiar.

Rodeados de portafolios,
no les importa quien mande,
y van del mar a los Andes
haciendo gorda la vista,
pero son "coimisionistas"
de los tilingos más grandes.

Al tiempo ese medio pelo
ya es un zonzo hasta la jeta,
y envidia la camiseta
de jugadores contrarios,
y así jugando de otario
le han de colgar la galleta.

Lo propio no tiene historia
mientras la historia se empaña;
si sos criollo y te das maña
serás leido, nunca culto,
mientras el gringo hace bulto
y nos corre con la vaina.

Judío o Turco mugriento
le dicen al inmigrante,
que se hizo criollo al instante
y se mezcló en el gauchaje,
a combatir los ultrajes
de sajones elegantes.

Si uno es inglés o francés
ya tiene el "don" en la mano,
pero si es gallego o tano
lo miden con otra cuerda:
"tano" o "gallego" de mierda
será siempre ese paisano.

No hay mayor soberanía
que una banca nacional,
los pueblos la pasan mal
cuando viene un extranjero,
a decir quién es primero:
si el hombre o el capital.

Con los sueldos achicados
crece un hambre insoportable,
mientras con un gesto amable
los dueños del comedor,
dicen que estamos mejor
porque hay saldo de exportables.

No importa si los billetes
los imprimen argentinos,
puede ser negro el destino
por más que nos den la lata,
que el que presta la plata
es el que marca el camino.

La patria tiene salida
con cultura nacional,
que es todo lo universal
visto con ojos de criollo,
sin comerse los embrollos
del cipayaje local.

A los milicos los ponen
pa que cuiden las finanzas
porque al ladrón no le alcanza,
con mantenerse escondido,
el miedo se le hace un nido
si ve pueblo y esperanza.

Los viejos que no se quejen
ni se curen en salud...
enseñen con rectitud
que es el joven el que calla,
jineteadas y batallas
las gana la juventud.

El que tiene moral baja
tiene contado los días,
desde siempre es mala guía
andar triste y deprimido,
no hay pueblo que esté vencido
si lucha con alegría.

Y aquí termino señores,
yo seguiré mi camino,
disculpen el desatino
de andar pensando orgulloso;
de cualquier modo es hermoso
haber nacido Argentino.

Les he dicho todo esto
pero pienso que pa nada,
porque a la gente azonzada
no la curan los consejos
cuando muere el zonzo viejo
queda la zonza preñada.


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