martes, 16 de noviembre de 2010

Pobrecito el umbelisco


Ahí está largo y pelao
bien afirmao en el suelo,
y señalando pal cielo
mesmo que un dedo estirao.
Es igual de cualquier lao
ande lo mire el curioso,
y resulta trabajoso
hallarle la aplicación:
pa mí que jué ese mojón
la gracia de un caprichoso.

Porque dejarlo áhi parao
como la pata de un puente
pa que se raiga la gente
y sin que dé resultao,
demuestra que encaprichao
alguno que jué patrón,
pa que no lo crean chambón,
y vacido de talento
quiso hacer un monumento
y le salió ese mojón.

Yo gubierno, le pondría
en la punta un argollón,
y ansina como estación
de un zepelín serviría.
Por lo güeco bajaría
la gente en un ascensor,
y en los días de calor
muchos llegando a la altura,
gozarían de frescura
y lo pasarían mejor.

Cobrando solo un pesito
por viaje, se habría juntao
la plata que se ha gastao
pa formarlo al pobrecito.
Y así en cada viajecito
dejaría utilidá.
Y no como aura que está
sirviendo para el titeo
por grande, caudrao y feo,
el mojón de la ciudá.

Tiene razón la mozada
de rairse del "umbilisco"
y el pueblo de estar arisco
por su plata mal empleada.
Si aura no sirve pa nada
debería ser reformao,
siendo redondo y delgao
tal vez pa rairnos sirviera,
en una fiesta pueblera
como palo enjabonao.

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