¡Acepte, amigo, chupe y no se siente
en la débil retranca del desprecio!
¡Acompañe el dolor de un pobre gaucho
si es que comprende el sufrimiento ajeno!
¡Quisiera atar las riendas de mis penas
al palenque'el olvido y soy muy lerdo!
¡Es al ñudo, señor, creiga le juro
que ni chupao'e de lograr mi intento!
Voy como perro cimarrón campeando
de pago en pago pa buscar sosiego,
pero la audacia de la china perra
me ha dejao como un ñudo en el garguero.
Quisiera hablar para desalojar mis males,
pero me encuentro el corazón con freno
y hay un lazo que piala mis palabras
cuando atino a explicarme lo que siento.
¡Sirva, pulpero, hasta que diga basta!
Habiendo no mesquine, ¡qué canejo!
Pa apagar este fuego de amargura
traiga de tuito, y aunque sea veneno.
¡Ah china maula, yo no creiba nunca
que mi espíritu ansina de matrero
bajo el peso 'el rebenque' e tus desdenes
iba a aflojar como un potriyo enfermo!
¡Ahijuna! No quisiera ser un gaucho
de ésos que lloran, como yo, por dentro;
acepte, amigo, chupe y no se siente
en la débil retranca del desprecio.
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