"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
jueves, 25 de febrero de 2010
En las esquilas
Pa' los curiosos de cosas de'nantes recomendamos:
http://coleccionrosatto.blogspot.com/2007/01/latas-de-esquilas.html
¡Hay de todo como en galpón!
Con un agosto echo pena
que me tuvo mal, confieso,
sin quedarme un solo peso
pa'recargar la alacena,
con una esperanza plena,
con el frío y aunque hocique
sin nada que a mí me achique
de "golondrina" salí;
rotundamente partí
en procura de algún pique.
Apenas pasó septiembre
me largué pal lao de Pila,
a engancharme en una esquila
que empezaban en noviembre
y así como pa diciembre
cambio de pilchas y a gatas,
"renueve las alpargatas"
a fin de año estaré,
gastando lo que gané
en esas jornadas gratas.
Haciendo "cebo" entre piones
remoloniando en la estancia,
sin trabajo y sin ganancia
me arreglaba en los fogones.
Se decía que había cuestiones
y se pasaba otro día,
sin mirar la pulpería
por no quererme empeñar,
y era un espiar y espiar
si la lana florecía.
En cuanto vido tranquila
la cuestión, el mayordomo,
ordenó con mucho aplomo
pa que se largue la esquila.
Por las maneas en fila
nos quedamos dando el resto,
ya la "comparsa" con esto
era una atención total,
y metíamos al corral
las majadas de los puestos.
Sobre un lienzo de arpillera
trabaja el hombre y le gusta,
aunque la faja se ajusta
pa hacer sonar la tijera.
Uno que ha quedao afuera
sabe que se desbarata,
y aunque entró perdiendo plata
enganchó de agarrador,
otro de embellonador
pero igual hacen su lata.
..........................
Después que la hube limpiado
bien la panza a un cascarriento,
crucé pa darle un "aciento"
a la tijera que he usao,
y ya bien despreocupao
lotié unas embellonadas,
pa dejarlas aliviadas
aunque empecé muy tardón
por darle el gusto al patrón
fuí haciendo las más cargadas.
También "enganche" contrajo,
un viejo que desvasaba,
el mismo que descornaba
y el que curaba algún tajo.
Cada cual con su trabajo
al asendao le dió brillo,
y aunque parezca sencillo
hay un clasificador
y el mejor esquilador
va esquilando los padrillos.
Entre el que alza los bellones
y el que pa'l consumo aparta,
como el que un cordero ensarta
o el que estiba en los galpones.
Después de esas cuestiones
que la primavera brinda,
pa que le dure y le rinda
y la vida sea mejor,
cargué bien el tirador
y vuelva con pilchas lindas.
Y disfrutando bien pancho
al resguardo de buen techo,
más que cómodo en mi rancho
punta de indio a lo ancho,
lo respiré sin reveses
como lo hice tantas veces
sobrándome un patacón,
viviendo de regalón
me pasé unos cuántos meses.
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