sábado, 27 de febrero de 2010

Dormido en la dicha


Silencio...¡Qué cosa linda!
Parece un ser el espacio
que se ha dormido en la dicha...
Todos temen dispertarlo...

Pájaros, árboles, yo;
quietitos como cuidando
que ni el aliento haga ruido
pa no cortar su discanso.

Embobados parecemos
en este mirar tan largo,
idea y vista se pierden
sorbidas por el espacio.

Silencio...¡qué cosa linda!
una nada y mesmo tanto
silencio...¡qué cosa linda!
una nada y mesmo tanto.

Parece ser un rispeto
de que Dios anda po' el campo.
Si uno escucha mesmo siente
que en el silencio hay un canto

y una presencia de vida
que impone como milagro.
Y el alma como se limpia...
en un sentir tan liviano!.

2 comentarios:

  1. Gracias por copiarlo a don Romildo Risso.

    Ese poema retumba en mis oídos los domingos que me encuentran campo. Solo el mujir de las vacas y el canto del gilguero pueden enmascarar el ensueño de una siesta de verano.

    Saludos.

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