jueves, 12 de noviembre de 2009

La guitarra y la atención


Ya que se ha dao la ocasión
de mostrar lo que sé hacer,
dos cosas vi'agradecer:
la guitarra y la atención.
Soy un poquito chambón,
que en un pampa es cosa rara,
tan solo el tiempo me ampara,
deme tiempo compañero;
es el menguante de enero
que se corta en las tacuaras.

No crean que voy a hablar de mí
como hacen otros cantores,
pues considero, señores,
que éste rumbo que elegí
lo he elegido porque sí,
por el gusto de cantar;
el que se arrime a escuchar
de mí no ha de aprender nada,
pero si lo poco agrada
lo mucho suele cansar.

Cada vez que entro en la rueda
pa'entretenerlo cantando,
suelo quedarme charlando
con el último que queda.
Puede ser que me suceda
que me pase algo de farra;
y entreteniendo a una barra,
venga y me agarre la aurora:
es que pienso que a esa hora,
suena mejor la guitarra.

Bueno, creo que ya he cumplido,
al cantar esta milonga;
a no ser que alguien disponga
que le cante otro pedido.
Si no es así me despido
con la mejor intención,
y agradezco la ocasión
de conocer a ésta gente:
como agradezco igualmente
la guitarra y la atención.


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