Quien pudiera dominar
a su gusto el pensamiento,
echarle llave al partir
y liberarlo al regreso.
No es mi propia voluntad
la que mi rumbo señala
... soy plumón de cardo al viento
que a su capricho anda y anda...
No sigue huellas mi andar,
ni cruz del sur mi destino;
a mis querencias de sombras
me lleva cualquier camino.
Mi alma muere en la oración
y florece con ella el alma.
El sol la viste de novia
y la luna la amortaja...
...Destino de andar y andar...
morir mirando distancia...
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