(Pintura: Francisco Madero Marenco)
Aunque estoy medio olvidao
de los asuntos camperos,
porque estos años puebleros
me tienen medio cambiao,
este tema me ha gustao,
ya que en muchas ocasiones,
vi gambetear los alones
de esas aves tan ligeras,
que en las llanuras pamperas
denominan charabones.
Y dentraré a ricordar
las boliadas de ñanduces.
Empiezan entre dos luces
cuando comienza a aclarar.
Enseguida de montar
se abren en partes iguales
los jinetes, y así salen
un gran círculo formando,
en el que van encerrando
toda clase de animales.
Y, a medida que se cierran
van apartando ñanduces,
y es allí donde se lucen
los paisanos de mi tierra...
Como lo hacen en la yerra,
las boleadoras desatan
atropellan entre matas
eligiendo ex profeso...
Y se las tira al pescuezo
para envolverles las patas.
En esta criolla función,
que se llama la boleada,
suele haber la "desplumada"
o la simple diversión.
Cuando hay mucho chapetón
la cosa es más divertida
y se comprueba enseguida
que el boliador se ha "boliao"
pues queda el campo sembrao
de boleadoras perdidas.
Y así otra fiesta termina
en nuestra gaucha campaña,
donde se muestra la maña
de la criollada argentina.
Allá en la estancia vecina
mientras se dora el asao,
se ve a un paisano afamao
que un asador engalana
ensartando la picana
de un ñandú sacrificao...
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