Voy cantándole al pago,
estas coplas al viento
que empiezo a cuartear.
Llevo en el alma una pena
que está corcoveando
y me hace charquear.
¡Malaya flete mañero...!,
el Patrón de la vida
me dio pa' amansar;
y ahura que voy sobre el pingo
doblao como un "cinco"
me quiero largar.
Soy domador de esta vida
un peoncito al servicio
de un solo Señor.
Él me emprestó las espuelas
que van estaqueadas
al cuero cimarrón.
Y aunque a veces me quejo
que aflojan mis huesos
y duele el caracú:
Él sabe darme un resuello
y en lo oscuro'e la noche
duermo con su Luz.
en la escuela misma del pozo, compañero, recuerde que allí abajo hay agua fresca y ha hecho nido una golondrina
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