"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
miércoles, 13 de mayo de 2009
Mis pingos
Aura años en "La Amarilla"
allá por el "monte hachao"
yo tuve un entrepelao
que era flor en mi tropilla;
rabicano, testerilla,
medias botas, muy lindón,
de enderezarlo a un fogón
por la apuesta más absurda
¡Sí era como hachazo e zurda!,
dende que jué redomón.
Tambien tuve un colorao
que le llamaba "Reflejo",
hasta en la cancha parejo
largándolo bien pisao;
como una guinda, agamao,
pingo de laya en la Estancia,
añudando a su arrogancia
la guapeza que tenía:
iba en él ande quería
sin preguntar la distancia.
Amansé un bayito overo
hijo ´e la yegua madrina,
tiznau la cabeza y clina,
me salió guapo y ligero;
le llamaba el "Ñanducero"
porque en esas correrías
aunque durasen dos días
nunca lo vide aplastao,
y a más de un pingo mentao
le ganó en las pulperías.
Me acuerdo de un malacara,
zarco de uno, acodillao,
de un rosillo nevao,
de lanciar con la tacuara;
a cualquiera que enfrenara
si me tocaba enlazar,
podía pronto bajar,
atarlo ´e rienda al lazo,
y confiao en el pingazo
correr y desgarretar.
Y aura....sólo,ricordando
los pingos que yo tenía
es como si una alegría
dentrara en mi alma escarciando;
y dispués sigo pensando
y tengo que entristecer,
lloro esos años que ayer
jueron gloria en "La Amarilla",
porque haciendo carretilla
se han alzao pa no volver.
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