miércoles, 13 de mayo de 2009

Los Medina


Crisanto S. Medina
es tuito mi apelativo
y me crié solo, al descuido,
como guacho en la cocina.
Me acuerdo que mi madrina
era una tal Ladislada,
que en paz descanse, finada
y comadre de mi Mama.
Entre el bao, bajo la cama,
tengo a las dos retratadas.

Los Medina, compañero,
hemos sido siempre muchos
y he oido que de Ayacucho
dimanaron los primeros.
Mis abuelos de puesteros
supieron tener sus mentas
y si no'e hecho mal las cuentas
siempre alegaba mi Mama
que el prencipio de esa rama
era una mesma osamenta.

Veneranda Altamirano
se llamaba mi patrona
y se cortó ya viejona
porque se pasmó de un grano.
Pa' ese mesmo año el gusano
me hizo ralear la tropilla
y un picaso gargantilla
medio loco y mañerazo
al volcar un tiro e lazo
me resintió de la islilla.

Mi padre fue hombre muy re'to,
de poca risa y callao
y ande quiera ponderiao
con estima y con respeto.
Por eso que si me meto
a ponderar bien al hombre
vea cuñao, no se asombre
que dentre a querer llorar
porque me sabe pasar
cada vez que me acuerdo el nombre.

Mi hermano mayor, Cerilo,
se fue pa'l lao de Dolores
con unos esquiladores
mas priendido que pabilo.
Tuvo la vida en un hilo
en distintas ocasiones
una veces con razones
y otras pa' quitarse el gusto,
de ver envainar de susto
a muchos gauchos bravones.

Belisario es domador,
alvertido en su trabajo
y pa amansar bien de abajo
ponderiao como el mejor.
Es jinete de valor
de pacencia y delicao
hombre que ni un sancochao
le va a dejar a un patrón
porque entriega un redomón
para juir enancao.

Dispués loj otros hermanos:
Zoilo, Ulogio, Azuceno;
fueron reseros muy buenos
cumplidores y baquianos.
El más pior salió Mariano
que se dió a la mala vida,
a causa de una perdida
que lo había engualichao
y en los boliches mamao
lo dijuntió la bebida.

Las hermanas se casaron
con Cuevas, Tapia, Solosa.
De Contreras y de Sosa
las menores enviudaron.
Unos hijos le quedaron
a las pobres pa criar
y ellas pa poder ganar,
y vivir honradamente,
le pedían a la gente
ropa sucia pa' lavar.

Eluterio N. Medina
que hoy ha perdido la vista
jué un ponderiao galerista
que salía de la quínoa
era asquerosa esa esquina
por la gente que atracaba,
que cada una que se armaba
siempre alguno era finao,
que lo habían dispachao
por las carreras o taba.

Estamos emparentaos
con Serapio Argañaraz,
entenao de un capataz
que se ahugó allá en el Salao.
Y justamente el gateao
que ensilló el hombre ese día,
lo muentan las hijas mías
y sabe ser el nochero;
están los huesos y el cuero
pero sirve todavía.

Aura tiene bien pintao
quiénes somos los Medina,
gauchos parejos, ansina,
perdone si he ponderiao
gente criolla que ha llegao
a pagos de toda laya
amistad que nunca falla
mano gaucha sin traición
entraña de un corazón
de otros tiempos: ¡amalaya!


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