"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
jueves, 21 de mayo de 2009
Antes supimos tener.
Antes supimos tener
cosas que quedaron lejos...
No son rezongos de un viejo
sino recuerdos de ayer.
¡Qué lindo sería volver
al tiempo del Martín Fierro!,
pasado que desentierro
por gusto de recordar,
como quien vuelve a escuchar
el tañido de un cencerro.
¿Cencerro, dije? Ahí tiene
una de las tantas cosas
que en la memoria retoza
cuando en los recuerdos vienen.
Aura que tengo las cienes,
mesmo que un ruano las clinas,
mi memoria se encamina
evocando esas tropillas
que adornaban las gramillas
al paso de la madrina.
Ese campo era un primor,
el que supo de reseros,
el que vio pasar carreros,
el que tuvo algún cantor;
hoy no está ni el cardo en flor,
ya no hay yerras con pialadas,
no hay jagueles con aguada,
ni se ve un rancho quinchao
¡...cha digo de aquél pasao,
no nos va quedando nada!
Se han ido pa' no volver
aquellas cosas camperas,
los recuerdos son tapera
si es que hablamos del ayer;
a veces cuesta creer
que lo nuestro esté tan lejos...
¿Pa' qué lamentar ¡canejo!
con eso qué via a ganar?,
por ahi me da por pensar
que son rezongos de un viejo.
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