"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
jueves, 2 de abril de 2009
Campereando.
Viene ya el sol coloreando
Sobre los campos dormidos
Y son un coro los nidos
De pájaros que cantando,
Contentos van alegrando
La mañana que llegó;
Que con luz iluminó
Venciendo las negras sombras
Que tendieron sus alfombras
En la noche que pasó.
El trebolar se estremece
Cuando el sol quema su cara,
Se hace altiva la tacuara
Y el alto cardo florece
De a poco desaparece
El rocío mañanero;
Que junto al grito de un tero
Moja una flor en su paso
Como buscando un retraso
Pa quedarse el día entero.
Viene el nochero troteando
Para buscar su ración
Porque en la puerta ‘el galpón
Un mensual lo está esperando
Y un morral le está mostrando
Haciendo sonar el grano.
Y como estilo baqueano,
Y esa es su costumbre diaria,
Al potrero de una hectárea
Se lo cruza de antemano.
El balar de algún ternero
En el corral ya se escucha
Y la paciencia no es mucha:
Hoy se ha dormido el tambero.
Y allá en el estaqueadero
Ande hay un cuero colgao
Una calandria ha llegao
A picarle la grasita,
No sea se le derrita
Por no haberse adelantao.
Ese es el campo paisano,
El campo donde me crié
Y en los años que pasé
Me hice un hombre campechano.
Mucho anduve de la mano
Con paisanos sin reveses
Aquí sentí muchas veces
La fuerza de algún bagual,
Lo mesmo que echar un pial
¡Díganmé qué les parece!
Después alcé la guitarra
Y me largué a caminar
Por eso aprendi a cantar
Poniendo tuita mi garra.
Anduve en más de una farra
Divirtiendo al pasisanaje
Como rindiendo homenaje
A la gaucha tradición...
Les canté de corazón
Porque lo quiero al gauchaje.
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