"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
jueves, 19 de marzo de 2009
A las tortas fritas
Nadie sabe a que se debe
que las criollas tortas fritas
suelen ser más exquisitas
sí son hechas cuando llueve,
no falta quién no las pruebe
sí no es bajo un temporal,
también la siesta nupcial
de una parejita nueva
sólo siempre y cuando llueva
tiene un sabor especial.
Se forma una simple masa
de harina con agua y sal
que admite y no queda mal
agregarle leche o grasa,
su fórmula tan criollaza
no exige más condiciones
pero por sus propios dones
tolera ingredientes nuevos,
cómo ser un par de huevos,
muñatos y otras cuestiones.
Después que un rato se soba
se hacen los discos de masa
cuando ya suelta la grasa
su fragancita que arroba,
sí no hay ni un palo de escoba
pa' darle forma y orilla,
se recurre a la sencilla
solución de una botella,
y a veces a falta de ella
se moldean en la rodilla.
Se frien en la sartén
pudiendo hacerse en la olla
que es la manera más criolla
y es la más propia también,
cuando la grasa está bien
dando burbujitas mudas
se les hace estando crudas
y antes de echarlas adentro,
dos tajos en cruz al centro
pa' que no queden panzudas.
Las tortas son un deleite
cuando están fritas en grasa
pero sí ésta fuera escasa
lo mismo sirve el aceite,
no hay hippie que no se afeite
sí un sicólogo le exhorta
que acepte oler una torta
y al instante le hace creer,
que sólo podrá comer
quién tenga la barba corta.
Son un gran bocao caliente
y una regia cena fría,
y hay quienes las frien un día
pa' comerlas al siguiente,
pueden ser naturalmente
redondas o punteagudas
pero de lo que no hay dudas
es de que siempre son ricas,
ya sean grandes o chicas
quebradizas o guascudas.
En rueda de tortas fritas
aprovechando el momento
se estudia el comportamiento
de las diversas visitas,
no faltan las señoritas
que sintiéndose observadas,
muerden cómo desganadas
con veinte mil miramientos
y abundan los angurrientos
que se las meten dobladas.
Los de fino paladar,
afirman y hacen muy bien
que estén hechas cómo estén
las tortas son un manjar,
el que las quiera probar
y darse la tal panzada,
no tiene que hacer más nada
que esperar un chaparrón,
y apearse en cualquier fogón,
que en fija están de torteada.
me gusta, a wonderful blog, with beautiful pictures, magnifico!
ResponderEliminar