Permiso mi comisario,
vengo a entregarme señor
Y le traigo este facón
aunque esté manchao por sangre
Es sangre de una cobarde
que quiso ensuciar mi honor
Sin pedir permiso a Dios,
yo mesmo fui el justiciero
Arrancándoles del pecho,
a los dos el corazón.
Usted me conoce bien,
sabe que no soy matrero
ni soy gaucho pendenciero,
pero empresteme atención
allá en mi rancho quedó,
sobre la cama tendidos
dos cuerpos que habían vivido
con una sola razón
que el de entregarse su amor,
tras un engaño escondido.
Yo mesmo levanté el rancho
con estas manos señor
Trabajé de sol a sol,
pa que tuviera un abrigo.
Hice el pozo pal molino
y fabriqué las agüadas
Pa´que pudiera mi amada,
vivir en forma decente
Era envidia de la gente,
los gustos que a ella le daba.
No hay cosechero mejor
por estos pagos mi amigo
Las escarchas, el sol y el frío,
no pudieron doblegar
Mis ganas de trabajar
y al rancho llegar contento
Esperando ese momento
para poderla abrazar
Y a mis hijos acunar,
sobre mi pecho sediento.
Pero hoy me levanté,
tempranito como siempre
Tomé un amargo caliente
y besé a mis angelitos
Ella me alcanzó un abrigo
y apretándome las manos
Me dijo “ volvé temprano,
mi amor, que te necesito “
Y tranqueando despacito, r
umbeé a la cosecha e granos.
Fue el destino, comisario….
Que a la mitad del camino
Me encontrara a mi vecino,
que me dejo la noticia
Que hoy había una franquicia
y decretaron asueto
Y el patrón como era recto,
le dió a toda la peonada
El día libre con paga,
por ser día de los muertos.
Y ya me puse contento
y el pangaré enderecé
Para mi rancho enfilé
pa´disfrutar el momento
La verdad que hacía tiempo
que no me daba el gustazo
de tenerla ente mis brazos,
con mis cachorros jugar...
Largué el caballo al corral,
guardé el recao y el lazo.
Abrí la puerta del rancho
para darle la sorpresa
y encontré sobre la mesa,
un sombrero gris de paño,
al lao, un facón extraño
que cruzaba desde un cinto,
unas botas de carpincho
y un pañuelo colorao,
un rebenque bien trenzao
y un poncho pampa de abrigo.
Se escuchaban dos gemidos
desde la otra habitación...
Yo empuñando ese facón,
pateé la puerta e la pieza
y ahí estaba la perversa
en los brazos de otro amor.
Y de un salto se paró,
frente aquel desconocido
Gritando “ largá el cuchillo,
te lo pido por favor!! “
Mi cuerpo se congeló,
y mis ojos se nublaron
Porque en la cama de al lado,
dormían mis angelitos
“ hacelo por tus hijitos “
me reprochaba la ingrata
pero ese facón de plata,
que sería del estanciero
me temblaba entre los dedos,
como pidiendo venganza.
Y ya sin mucha tardanza,
la apreté sobre mi cuerpo
Recostado sobre el lecho,
volví a sentir su fragancia
Sus labios con esperanza
dijeron “ a vos te quiero “
Besé su boca de fuego,
como pa´decirle adiós
Y sentí como el facón
le atravesaba su pecho.
Me persigné ante la cruz,
y mirando al estanciero
Le dije “ ahí tenés el fierro,
defendete con honor “...
Un zarpazo me tiró,
ladié para un lao el cuerpo
Le grité por deshonesto:
"¡voy a calmar mi venganza!"
Le partí al medio la panza,
y al lao de ella cayó muerto
"Aquí tiene comisario,
este es el facón maldito
Es la prueba del delito
que tuvo aquel desengaño
Aunque le parezca extraño,
le via a pedir un favor
Entierre junto a los dos,
para que Dios se haga cargo
y a mis cachorros le encargo,
pa´que alivien su dolor".
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