martes, 21 de febrero de 2017

Recorriendo el monte




De tarde me preparé
para salir bien temprano,
puse la linterna a mano
tapé el fuego y me acosté.
Un cabresto mordacié,
estirado dejé un lazo,
le arreglé al overo un vaso
y antes de que el sol remonte
salí a recorrer el monte
solo por un por si acaso.

En la rama de un vinal
encontré una lechijuana
y bajo de ella una iguana
le codiciaba el panal.
En la punta'el salitral
un toro busca pelea
se echa tierra, cabecea,
y hacia un costao, lo más pancho,
se estaba rascando un chancho
en el tronco de una brea.

En el tallo de un chañar,
un pájaro carpintero,
picoteando hace un ahujero,
seguro está por huevear.
Yo que pasé a revisar
mis trampas junto al camino,
era para el campesino
un buen conchabo que había
t¡iempo aquél cuando valía
cuero de zorro y barcino!.

Si los cuervos en la altura
arman círculo volando
cualquier chico está pensando
que es osamenta segura.
Cuando la ulúa madura
qué delicioso alimento!
pero hay que estar muy atento
que si el cambio es con garúa,
la cabra busca la ulúa
y se escapa contra el viento.

Unas tunas coloradas
bajé a comer ese día,
corté unos jumes que había
pa'darle una cepillada.
Una botella forrada
llevaba de cantimplora
y después de estar media'hora
limpié en la tierra el cuchillo,
guardé bajo el cojinillo
donde'iba la boleadora.

Después de aquél buen instante
me acerqué al rosao overo,
pa'comodarle el apero
que se le fué pa'delante.
Y monté lo bien campante
pero ni bien salí yo
un ternero se cruzó
muy embichao por demás,
le volqué el rastro ahi nomás
seguro que él se curó!

Debe saber un paisano,
éstas cosas y otras más
porque al mundo montaraz
sólo lo habita el baquiano.
Me fui hasta un monte cercano
donde la hacienda bajaba
a una represa que estaba
pero hallé muy poca cosa:
un puñao de mariposa'
que sobre el barro jugaba.

Y al ver un nucle pelao
supe la triste sequía
que algún burro pelaría
por la sed que habrá pasao.
Ya con los perros cansao'
he tomao la desición
de volver pa'mi fogón
antes de la oscuridad
por miedo a la yarará
que siempre anda a la oración.

Por un fachinal crucé,
desilaché la carona,
y un nido de copetona
con seis huevos encontré;
llegando al rancho pensé,
guiso de fideo entrefino,
tortilla hecha con tocino
y antes de irma pa'la cama
busqué en la radio un programa
que tenga canto ARGENTINO!






Mi bolso, yo y mi guitarra



Somos tres que andamos juntos
Mi bolso, yo y mi guitarra
Siempre llegando y partiendo
Del umbral de cada casa.

Pero una noche de esas noches
Que sereno descansaba
Soñé cómo discutían
Mi bolso con mi guitarra.

-"¿Porque tanta diferencia?"
el bolso le preguntaba:
-"Si yo también formo parte
De la lucha de la causa...!"

"Yo soy el que llevo todo,
a mi nomás se me carga,
siempre encerrao en los viajes
Nunca he podido ver nada..."

"En cambio la vida tuya
Es andar de farra en farra
Tu entorno es caricias, versos
Elogios y serenatas".

"Y a mí nunca me cantaron
Siquiera una triste zamba.
Vivo de hotel en hotel
Siempre debajo'e la cama..."

-"Pero lo más triste de esto",
Dijo con la voz quebrada:
"Cuando se me caiga un diente
No serviré para nada"!

La guitarra conmovida
No quiso bajar la guardia.
Le hizo entender que no era
Tan así como él pensaba.

-"¿Por que te sientes así?
Si sos parte de la causa
Cada uno cumple su rol
Y los tres hacemos patria"...

"Es verdad que nos reímos
A veces a carcajadas
Como otras tantas lloramos
Por que es así nuestra marcha".

"Porque la vida es así
Unos lloran y otros cantan",
Y por convencerlo mas
Siguió hablando la guitarra...

"Yo estuve junto al obrero
Del andamio y la cuchara,
Del pión rural que luchando
Mantiene de pie una chacra.

Le cantamos al linyera
A la sirvienta explotada
A la maestra.,al doctor
A la posta sanitaria,

Al changarín,al taxista
También a la ama de casa,
Al jinete que rodó
en alguna jineteada
Al camionero que sueña
Con amores y distancia
Y a todo el que nos pidió
Le hicimos una gauchada.

Yo sentí su corazón
Susurrándome a la espalda:
"La incomprensión del hogar
La familia desarmada,
El dolor de la injusticia,
La corrupción democrática,
El flagelo de la droga,
La dignidad manoseada,
La explotación infantil,
Mirar a la gente anciana
Escarbando basurales
Y con la mano estirada
No es fácil vivir cantando
Con heridas en el alma"...

Y en un profundo silencio
Quedó el bolso sin palabras
Yo me desperté asombrado
Y abrazándome a la almohada
Pensé paras mis adentro:
"Si uno de ellos me fallara
¿A donde me voy sin bolso
Quien lleva mis pilchas gauchas?
Botas, pañuelos camisas
Chalecos, poncho, bombacha
Y un montón de cosas mas
Que solo sabe el que viaja".

"¿Qué sería de mi vida
Por el mundo sin guitarra?
¿Cómo alivio mis pesares,
Cómo alegro mi garganta?

Por ella lloró mi madre
Cuando me fui de mi casa
Y me aconsejó mi padre
Sin decirme una palabra.

Por ella tengo un amigo
Y tengo un amor que me aguarda
Y puedo hablar del camino
De la noche, la distancia.

Por ella soy lo que soy
Un curandero del alma
Y sé que un día iré de viaje
 sin mi bolso, sin guitarra.

Por eso permítanme
Disfrutar estas instancias
Sé que por H ó por B
No regresaré mañana.

¡Salud, salud queridos amigos!
Me voy, los rumbos me llaman
Somos tres que andamos juntos:
mi bolso, yo y mi guitarra.

La milonga floreada ("La Abrodos")



Al frescor de los sauces

va callando el zorzal, 
la carreta hace un alto 
y en el campo desierto
el viento juguetón
ensaya en las cuerdas: una milonga
que se hace floreada 
en la rueda del fogón.

Aunque es humilde mi prienda,
Dios le puso a mi amorosa,
espinas como a la rosa
pa'que un algo la defienda;
pero entrando a la senda
del amor se me arrocina:
es alegre en la cocina
y canta como el jilguero
cuando pisa en el mortero
o está lavando en la tina.

-"Ah paisano su milonga 
es gaucha, dulce y sencilla 
como botón de presilla
pa'l lazo que uno precisa
cualquier cosa que proponga
me ha de hacer su servidor
y le juro por mi honor
que me ha dejao con su cuita
con el alma más blandita
que sotera de arriador".

Al principio en los amores
era arisca y redomona,
pero a golpes de carona
le hice pasar los temblores;
mi pial no fue de los piores:
limpito y a ras del suelo
a ella se le fue el visero
y al final de la porfía
salió como yo quería
más suave que el terciopelo.

-"Linda china habrá de ser
cuando ansí la alabancea,
no es manco y me hago a la idea
de cuánto vale un querer;
el amor de una mujer
en la vida reconforta
pero priéndase a la torta
con cautela y con maestría,
no salga saliendo un día:
¡pucha que la vida es corta!

Ahura ya me ve paisano
si bien no me vanaglorio,
de pensar en el casorio
ya ni trabajo a desgano;
para el campo vuelvo ufano
y acollaraos a un desvelo
pensamos poblar el suelo
si no afloran los engorros
con un lote de cachorros
como tropilla de un pelo.




GUARDA!




Me viene mal la baraja,
la cuestión se pone fea
pero me abrazo a la idea
de’nfrentarla a rompe y raja;
no hay chúcaro que a rodaja
no se doblegue al dolor,
y a mi me suebra valor
pa’ dirle firme al encuentro
¡que tengo un temple de adentro
como pa’ pechar lo pior!

Se dice que todo pasa
hasta el temporal más feo,
pero hace rato que veo
que un cielo negro me abraza;
la realidá se disfraza
-uno puede colegir-
pero se alcanza’lvertir
como dándole’n el clavo
¡que habrá de ser tiempo bravo
el que nos toque vivir!

Se confunde libertá
con el total entreguismo,
y se abre como un abismo:
riqueza o necesidá.
Total naturalidá
demuestra el que mucho roba,
pero solo se joroba
el que “rajuñó” un centavo
¡porque la justicia, al “pavo”,
de cien maneras lo adoba!

Por girar como la rueda
seguirá el mundo rodando,
más pobre, el pobre, galguiando
y el rico, más rico queda;
el que gobierna se’nrieda
con el hilo ‘el carretel
pues se sirve del pastel
una tajada sabrosa
¡y aquel que piense otra cosa
que salga en defensa d’él!

Yo me siento ensemismao,
sorprendido y con asombro…
¡y pensar que puse’l hombro
pa’ quedarme deslomao!
Si al matungo trajinao
lo aguaita un final de tacho,
anque ya no soy muchacho
capaz que me’ncrespo fiero,
¡que pa’rriarme al matadero
hará falta más de un macho!

No afloja la sabandija
encarnizada es sin yel,
pa’ella, la sangre’s miel
y la chupa a dos verija’;
el que al pueblo tanto esija
que tiemple la consecuencia,
no lo ciegue la osecuencia
de un rodeo de adulones
¿qué pasará si los piones
se olvidan de la obediencia…?

Cuando afina, el que’s cantor,
no grita pa’ dar su canto,
porque’l fundamento es tanto
que hasta lo escucha el señor.
Y si es murmuyo el clamor
del pueblo que ya no aguanta
¡guarda!, que tanta garganta
hambriada, seca, sedienta,
puede ser como tormenta
que la negrura agiganta.

Y he de seguir yo también
jinete sobre un beyaco
que’l cuerpo al charque no saco
si necesito un sostén.
Y dejo aclarao muy bien
quedando el verso’e testigo,
si jinetiarlo consigo
y al ejuerzo no me dueblo
¡sepan pues, de que “juan pueblo”
puede ser cruel, pa’l castigo!


       (17/12/1997)

(Pintura: Elodoro Marenco)

Sucedido


(Pintura: Carlos Montefusco)



“Les voy a contar la historia
mejor dicho un sucedido
por eso que a Dios le pido
que me alumbre la memoria”.
Así empezó el Viejo Coria
hablando pausadamente
y se quedó di repente
muy silencioso el fogón
centrándose la’tención
ninguno era indiferente.

“Páseme el porrón cuña’o
pa’ calentar el garguero”
y le mandó al tragadero
un taco muy alarga’o.
El relato era espera’o
y el Viejo zorro sabía
que a todos conmovería
lo que juira’rilatar
y tardaba en arrancar
la historia que prometía.

“Me había toca’o rondar
yo diba con un arreo
cuando di repente veo
de la nadita’somar
una figura sin par
de perro negro grandote
se me hizo un ñudo el gañote
galopiando el corazón
¡porque era un lobizón
el que iba cruzando al trote!

Los vacunos lo olfatiaron
se’mpezó a’remoliniar
reseros al despertar
tan solo se santiguaron.
¡Y solito me dejaron
ante el perrazo embruja’o!
Yo lo aguaité desmonta’o
y bajo la luna yena
lo esperé en forma serena
y el facón desenvaina’o.

Lo abarajé en el facón
pero de un cormiyazo
me vino a cortar el brazo
y le partí el corazón.
Se alzó con un sacudón
y se ganó ‘n‘el cardal.
Me dentró un tembladeral
al ver que no lo maté
y me dije: ahura sé
que ya tengo adentro el mal.

Por suerte cura encontré.
Una vieja culandrera
me sacó el Mal pa’juera
con la cicatriz quedé”.
Y sabrá el Señor con qué
el viejo se ha lastima’o
pero todos han queda’o
mirando la cicatriz.
¡Por dentro el viejo feliz
al haberlos asusta’o!

Mirá muchacho


(Foto: Celina Frers)

1
Mirá muchacho, entuavía
pa’ mi vos sos un potriyo,
que apenitas el colmillo
la ve puntiando l’encía.
Dejuramente que un día
podrás ganarme cortao.
Pues en de chico te han dao
la mamadera ‘e la sencia,
y a mi solo la’esperensia
ciertas cosas me ha enseñao.
2
Risien la guía va echando
la planta de su saber.
Y ya querés engolver
al que sombra te está dando.
Sos poyo de pico blando
pa’ que peliés con puyones,
y aunque te suebran lisiones
sin galopiar aprendidas,
en lo que’nseña la vida
no salís d’entre mamones.
3
Se que pa’ mucho es mejor
tener la sencia ‘e los libros,
pues, entre muchos peligros
ser inorante es lo pior.
Pero aquel que’n el rigor
s’hizo a golpes en la güeya,
y jue curtiéndose’n ella
con más “picana” que pluma,
es como la uña del puma
que ni en el tala se meya.
4
Y un es que quiera decir
qu’estoy en contra ‘e la escuela,
diande! si a mi me consuela
mirar los que pueden dir.
Solo te quiero alvertir
que hay dos clases de enseñanza;
una, que solo se alcanza
con el contino estudiar,
y otra, qu’enseña el andar
como galera ‘e mudanza.
5
Yo n’esta última aprendí
lo que’l rigor me ha ditao,
y cuasi me he dotorao
de tanto que padecí.
Vos, en cambio, un es así
como te juiste ilustrando,
siempre te han ido alumbrando
la loma que has repechao,
y has aprendido sentao
lo que yo aprendí rodando.
6
Por eso no corcobiés
si esto va como lisión,
pues mi saber ni al garrón
nu ha de yegarte tal vez
pero vos ni aunque tenés
con lo aprendido un tesoro.
No te me hagás tanto el toro
sin madurar el sentido.
Que repetir lu aprendido
no es más que hablar como el loro.
7
Tuito el que’s inteligente
-y vos también lo serás-
nu hace alarde de ser más
pa’ que lo alabe la gente.
Va por la güeya prudente
siempre midiendo el hablar.
No se mete a cacariar
pa’ dárselas de sabiondo:
la tina que muestra el jondo
poca yubia va a juntar…
8
Pa’ que te sea provechoso
tuito lo que has aprendido,
demostrá que ser estruido
lu hace al hombre rispetuoso.
Nunca pequés de orguyoso
y acercate a la humildá,
no seas pura vanidá,
como el pavo al esponjarse;
que a veces, hay que agacharse
pa’ ver con más claridá.
9
Tratá que siempre tu boca
de el fruto de una enseñanza.
Yno seas pura alabanza
que’n vez de enseñar, provoca.
Pensá que también la roca
se pule con la marea,
y que’l hombre que se crea
ser a tuitos superior,
suele tener cada error
que hasta un zonzo lo bolea.
10
Sacale prenda al saber
que te alivió de salida,
pero, pensá que’n la vida
siempre hay mucho que aprender,
no es el asunto correr
por el apronte engañao,
el mundo es un campo arao
pa’l que se largue sin rienda,
y sin cáir, no hay quien aprienda
de golpe a salir parao.
11
Ansina a vos que’l rigor
no te ha ladiao de un pechazo,
ni te ha pegao un ponchazo
pa’ pruebarte en el fiador,
no vengás voraciador
sin calcular la distancia,
que, cuartiando a la constancia
hasta lonjiarme’l cuadril
he yegao a ser candil
pa’l fogón de la inorancia.
12
Por eso ti hablo muchacho
y aunque d’esto no te guiés,
ricordalo alguna vez
que nu es charla de borracho.
El que de sencias jue guacho
como él no tuvo estrución,
hecho a golpes o a lisión
según la taba le sale;
vale mucho cuando vale
lo que siente el corazón!

viernes, 17 de febrero de 2017

Antojos de viejo


(Fotos: Daniel Sempé)

1
Lo mesmo que Wenceslao
le voy hacer un pedido
porque sé que’s entendido
haciendo un lazo trenzao,
en mi modesto recao
va’hacer un lujo yevarlo
porque además de adornarlo
con esa pilcha campera
usté sabe que ande quiera
si se ofrece sabré usarlo.
2
Si lo elegí a usté pa’l caso
es porque’ntre los sogueros
son poquitos aparceros
los que trenzan bien un lazo
además será un gustazo
por nuestra amistá sincera
pero, pedirle quisiera
sin que usté lo tome a mal
que a mí me lo cobre igual
que si no me conociera.
3
Aunque usté’s hombre campero
conocedor del oficio
permítame que de vicio
le diga como lo quiero
en lo posible que’l cuero
sea de vaca colorada
con trenza bien apretada
de seis tientos bien parejos
pa’ que al volcarlo ayá lejos
obedezca bien la armada.
4
O le haga muchas brazadas
porque ya no soy muchacho
y con los años caracho
mis fuerzas están mermadas
sobre todo en las pialadas
la vista suele fayarme
y aunque suelo entreverarme
ya no es el tiempo’e nosotros
que solía pialando potros
con la presiya quedarme.
5
No lo haga fino ni grueso
más o menos regular
que me sirva pa’ pialar
y pa’garrar del pescuezo
que la argoya tenga peso
así el viento no la mata
trenzada de cinco chata
le hace doble la presiya
así es bien fuerte y senciya
como suela de alpargata.
6
La yapa de ocho largona
pues donde ciñe l‘armada
suele cortarse gastada
y hay que cambiarla nuevona
si es larga se soluciona
y aquí mi saber descoya
porque aunque sea a la crioya
algunos tientos enriedo
y con un remate puedo
cambiar yo nomás l’argoya.
7
Disculpe las pretensiones
son solo antojos de viejo
a su criterio lo dejo
más que sea de los juertones
porque haciendo redomones
siempre hay algún dormilón
que no obedece al talón
o lo abatata el lazazo
y al no poder darle lazo
revienta al primer tirón.
8
No se moleste en traerlo
ni se apure en terminarlo
me avisa que iré a buscarlo
ni bien termine de hacerlo,
pues con tiempo quiero verlo
pa’ charlar largo y tendido
no se me gaste en cumplido
que yo yevaré el churrasco
y haciendo escarciar el frasco
volveremos tiempos idos.



El tobiano colorao


(Pintura: Castells Capurro)



-Con confianza muénteló,
se lo asiguro Cipriano,
usté ‘s hombre veterano
pero igual malcórneló,
dispacio tranqueeló
hasta que’l lomo ha’flojao,
dispués sí, ya no hay cuidao
puede floriarse ande quiera,
no le mueve una bajera
el “tobiano colorao”.

La boca como una seda
pero… ¡guarda! si hay contiendas,
como se afirma en las riendas
jamás apampao se queda,
y que se salve quien pueda
ligero es como un venao,
y si un toro se ha empacao
en el corral o el potrero
larguéseló al bulto entero
al “tobiano colorao”.

Ta’ domao en primavera
y salió flor de pingazo,
se que usté’s zurdo pa’l lazo
y lo usa a su manera;
a la izquierda ‘e la’sidera
usté yeva su trenzao,
capas lo tenga apurao
cuando entre al rodeo a enlazar,
¡es un lujo pa’ cinchar!
el “tobiano colorao”.

Es guapo pa’ galopiar,
se lo garanto Cipriano,
creo que hasta lo de Alvano
diez leguas han de quedar;
pa’ pior tuve que cruzar
el arroyo encajonao,
nadando como un pescao
repechó bien la picada;
es cruza y de güena alzada
el “tobiano colorao”.

Muchas gauchadas, Cipriano,
usté m’hizo a la distancia,
yo era muy nuevo en la estancia
y siempre me dio una mano;
por eso mi noble hermano
hasta su rancho he yegao,
¡le doy por adelantao!
y no se crea que’s broma:
hoy le regalo la doma
del “tobiano colorao”.

-Yo le agradezco Lucero
que me ha domao ese flete,
se que usté a más de jinete
es un amigo sincero,
su gesto de hombre campero
no se encuentra en cualquier lao,
yeve ese potro tostao
de aqueyos, el que se asoma,
un regalo por la doma
del “tobiano colorao”.

El puestero de "El Rosario"


(Pintura: Aldo Chiappe)



Ensilló un “zaino” cacunda,
por costumbre alzó “el marote”,
se puso un poncho grandote
ansí medio de segunda,
y antes que’l lucero se hunda
tiene tuito acomodao,
y en los pastos escarchao
va dejando las pisada’
mientras le da una mirada
al fogón medio apagao.

Se llama Justino Riales
y es puestero en “El Rosario”,
el patrón, fuerte empresario
dueño’e miles de animales,
hombre de tratos cordiales
y por tal causa y razones
tiene confianza en sus piones
y por lo mismo Justino,
hace años que se vino
de la estancia “Los Mojones”.

El hombre como puestero
tiene mucho pa’ atender:
potreros que recorrer,
arreglar un esquinero,
capar un potro, un ternero
o una vaca parteriar,
y si tiene que cueriar
lo hace con mucho cuidao.
(no deja un cuero rayao
por si le toca lonjiar).

Y como es organizao,
de güelta de recorrer,
tiene tiempo pa’ tender
unas trampa’en el bañao;
-vió unos rastros que han andao
comiendo ayá en los unquillo’-,
prendida a unos duraznillo’
dejó seis trampas tendidas
pensó “¡estas son de medida!”,
porque’l paisano no es ‘grillo’.

Llegó arriando la tropilla
justito pa’l mediodía
y en esa mañana fría
el “cacunda” desensilla;
se revuelca en la gramilla
el pingo ricién largao,
priende el fogón apagao,
pone el agua a calentar,
se sienta a cimarroniar
mientras que se haga el asao.

Y en esa tarde cortona
ensilló el “gatiao overo”,
hay que cambiar de potrero
un lote de vaquillona’;
un estilo viejo entona,
monta y sale al trotecito,
y en cuanto pasa un charquito
alza un galope tendido
mientras el sol ha querido
perderse en el infinito.

domingo, 12 de febrero de 2017

Bajera

(Pintura: Molina Campos)


Incansable compañera
veladora de mis sueños
ya dejé de ser tu dueño
vieja y humilde bajera,
como puntual y campera
ninguna pudo ganarte
cuando el recao formó parte
en yerras y montoneras…
pa’ montar sos la primera
pero la última en bajarte!

Aprecio tu condición
y tu nobleza venero,
soy siempre tu compañero
en el campo y el galpón,
en las mugres del rincón
estoy con vos en el suelo,
lo mismo que un tigre en celo
te van a velar mis glosas.
¡Oh! mezcla gaucha y gloriosa
de sangre, sudor y pelo.

Recuerdo tantas jornadas
que me duele el corazón,
donde vos fuiste colchón,
asiento, cobija, almohada;
te vieron en las patriadas
sobre los potros clinudos,
ninguno como vos pudo
proteger al que cayó
y entre tus brazos murió
el gaucho más corajudo.

No le temés al mañero
ni desprecias al enteco
y está grabada en tus flecos
la historia de los troperos;
cualquier perro es tu aparcero,
cualquier lomo es tu querencia;
ya se nos va tu presencia
reculando en lucha franca…
Te vas corriendo pa’l anca
del bagual de la esistencia.

Pialando recuerdos (Milonga)



Dejala china, que duerma
Que en esta viola olvidada,
Está la historia grabada
De mi juventud enferma.
Dejala china, que duerma
De mi rancho, en un rincón,
Que si un día su bordón
Vibró al compás de mi acento...
Supo, supo también el tormento
Que enlutó mi corazón.

No quisiera despertar
En sus cuerdas y en su caja,
Lo que con una mortaja
Logré, de viejo, olvidar.
No quisiera despertar
Cosas que no han de volver,
Recuerdos de una mujer
Que por ingrata y malvada...
Mereció, mereció ser sepultada
Con mis ensueños de ayer.

Tocar sus cuerdas, sería
Desenterrar el pasao,
Sepulcros donde he dejao
Mis esperanzas un día.
Tocar sus cuerdas, sería
El infinito soltar,
Como quererse asomar
Al borde de un negro abismo...
Y ver, y ver lo que ni yo mismo
Me atrevería a mirar.

Cenizas, sólo cenizas
Guardan de un tiempo que fue,
Hondas huellas que borré
Cuando mi amor se hizo trizas.
Cenizas, sólo cenizas
Polvo de olvido, nomás,
Así, no espere jamás
Que yo acaricie esa caja...
Que envuelto en una mortaja
Un muerto descansa en paz.

El leñerito (Canción)



¡Leñerito, leñero!


Andando adelante,
marcha su burrito,
cargado de leña
y sobre el cogote,
cruzada una pierna,
va el leñero al tranco
con la rienda suelta.

¡Leñerito, leñero!

Para quien me quiera
guardo una carguita,
que es un haz de sueños
y un corazón bueno
por una sonrisa,
que sea caricia
pa’un pobre leñero.

Como carga'e leña,
sobre mi sillera,
soñando una moza
de trenzas sedeñas,
zarcillos de plata,
carita risueña,
parece mi canto
trasijao de leguas,
como una esperanza
tranqueando en la senda,
repitiendo siempre:

Leñerito, leñero!

Leñerito, leñero!
Andando adelante,
marcha su burrito,
cargado de leña
y sobre el cogote,
cruzada una pierna,
va el leñero al tranco
con la rienda suelta.

¡Leñerito, leñero!


Para quien me quiera,
guardo una carguita,
que es un haz de sueños
y un corazón bueno
por una sonrisa,
que sea caricia
pa'un pobre leñero....

¡Leñerito, leñero!


La güeya maldita (Tango criollo)


(Pintura: Luis Nuñez)



Como una sombra 
que andaba errante
por esos campos 
de Guaminí
un pobre gaucho 
que arriaba penas
llegó a mi puesto
y me dijo así:

Disculpe pulpero
Yo soy un paisano,
Que vengo de lejos
Siguiendo una huella,
Pues quiero mamarme
De puro despecho,
Y estando borracho
Se olvidan las penas.

No creiba, canejo
Que soy un sotreta,
Si busco temprano
Calmante al dolor,
Le juro, pulpero
Que fue mi chirusa,
La gaucha más linda
De aquella región.

Pero una tarde que a las tabladas
Llevé la hacienda de mi patrón,
Por el camino tuve un presagio
De aquellos malos, pa´ mi corazón.
Al otro día volviendo al rancho,
Al tranco largo de mi alazán,
Lo supe todo por un paisano
Que ya conocía bien al gavilán.

Los mesmos cuzquitos
Del rancho vecino,
Parece que saben
De la mala nueva;
Los vide muy tristes
Ladrar tan seguido,
Y al rato mirando
Pa´l lado de la güeya.

La güeya maldita
Que una mañana,
Pateándome el nido
El hijo ´el patrón;
Cruzaba sonriente
Prendido´e mi china,
Y desde aquel día
Ya nunca volvió.


Chingolito (Tango criollo)



Hubo en la pampa una vez
un pajarito cantor
que sobre un cardo parao
entonaba una canción,
tan triste que parecía
el llorar de un corazón.

A ese pájaro bagual
lo espantó el ferrocarril
y su canción sin igual
no se podrá más oír.
¡Pobre pajarito gaucho,
dónde habrá ido a morir!

¡Ya no cantas chingolo!...
¿Dónde fuiste a parar?
En algún lao, muy solo,
tu canción llorarás...
Guitarrita del campo,
pájaro payador,
te llevaste contigo
toda la tradición.

Como el ave, el payador,
sentado junto al ombú
también antes su canción
elevaba hacia el azul
donde brillaba de noche
la divina Cruz del Sur.

Ahora se calló el cantar
y el ave y el payador
fueron lejos a ocultar
su voz llena de emoción,
pues ha invadido la pampa
el extranjero gorrión.

¡Ya no cantas Chingolo!...
¿Dónde fuiste a parar?
En algún lao, muy solo,
despacito llorás...
Guitarrita del campo,
voz de la soledad,
desde que tú te fuiste
no sabemos cantar.