miércoles, 10 de septiembre de 2008

Guanaco


Relincho que a la mañana
ni bien siente movimiento,
pega el guanaco y al viento
sale cimbrando sus lanas.
El macho hace de campana
puesto como por encargo
aunque al mover sin embargo,
la hembra la punta empuña
de cola corta y pezuña
pero de cogote largo.

Si están con chulengo chico
pa' llevarlo monte adentro
lo empujan con el encuentro
y a veces con el hocico.
Desde la frente al pichico
no es demasiado su tamaño
que dispare no es extraño
si el hombre se les atraca
ya que tiene la guanaca
solo una cría por año.

Cuando hay viento son tan tontos
que hasta de pie se podría,
volearlo a la luz del día
atropellando de pronto.
Y a decirles me remonto,
ya que la ocasión es grata,
cuando llueve se desata
algún temporal muy frío:
meten como pobres críos
la cabeza entre las patas.

De color medio naranja
pero tiene su barbecho;
blanca la panza y el pecho
y sobre el lomo una franja.
No es animal que una zanja
pueda pararlo por suerte.
Todito el campo es su fuerte
y al saltar los alambraos
se que muchos hacendaos
han pagao pa' darle muerte.

Es cierto que come el pasto
que podría comer la vaca
pero es de Dios y no atraco
comparándolo a otros gastos,
no es animal pa los bastos
ni pa' andar con la manea;
si lo ensillan se volea
y si alguno de rebote
lo voleara en el cogote,
¡hay que ver cómo se arquea!.

Hablo de los bagualones,
de la cuadrilla y del macho
y no del guanaco guacho
que crian a biberones.
Amigo allá en mis regiones
en tiempo que chulengueaba
ni bien el sol asomaba
tanta guanacada junta,
desde la falda a la punta,
cada cerro amarilleaba.

Después, tanto lo chumberaron,
con armamento de guerra;
que andan ariscos en mi tierra
los pocos que se salvaron.
Algunos los choricearon
pa' venderlo a las colonias
y pienso con parsimonia
cuando el hombre se calibre
podrán disparar más libres
por la inmensa patagonia.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

De tardecita


Las patas amariyando
ojo largo y bien parao
sobre un poste de alambrao
está un carancho oservando,
ayá va un toro costiando
que anda ganoso 'e peliar,
por áhi se para a escarbar
y como mucho rabea
s'eche tierra y se babea
sin cansarse de balar.

Una hembra de chingolito
se asusta, pega un volido,
y deja olvidao el nido
and'empoya sus güevito';
sopla más juerte el vientito
y entra el molino a tirar,
se ve una vaca rumbiar
p'al lao de un cardal, balando,
porque al hijo vá buscando
para darle de mamar.

Quieren el agua cortar
de ése dormido arroyito
una pata y sus patito'
en su vistoso nadar,
áhi s'escucha el retumbar
(mientras pastea la manada)
cuando alegre la potrada
vá retozando a gambetas
y se oyen las gayaretas
gritar como en carcajadas.

Una paloma afligida
le dispara a un gavilán
y en su vuelo, los dos, van
como cuerpiando a la vida;
ayá va el sol y en su juida
parece que se cayera;
mientras miedosa quisiera
dir punteando una estreyita
yo sigo, de tardecita,
pensando en la que me espera.