"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
viernes, 29 de agosto de 2008
D'este modo
Señores, pa'mi el cantar
es un regalo del cielo
ande se pinta del suelo
lo lindo que hay que pintar,
en él debemos hayar
alegría p'al dolor,
sacarle el miedo al valor,
y cuando se hable de amores
deben cantar los cantores
de lo güeno, lo mejor.
Y al cantar cualquier canción
hay que poner sentimiento
que yegue como un lamento
porque canta el corazón,
que se sienta una emoción
igual que al decir adios,
que agatas se oiga la voz
sólo lo que se precisa,
se canta suave en la Misa
pero siente Tata Dios.
Iguales
YO soy negra oscuridá
soy un triste anochecer,
vos sos el amanecer
y también la claridá;
yo soy mala enfermedá
pero vos sos el dotor,
además sos el valor
y yo soy la cobardía
yo soy una noche fría
vos, un día de calor.
Vos sos la fresca mañana
yo soy una bruta siesta,
vos sos un día de fiesta
yo soy toda la semana,
vos sos la yuvia temprana
que brota el pastito tierno
yo soy helada d'invierno
qu'estropea el guacho suelo,
y prienda vos sos el cielo
pero yo, soy el infierno.
Yo soy un rancho yovido
vos sos un rancho 'e güen techo,
vos sos todo lo derecho
yo soy todo lo torcido,
vos recuerdo, yo el olvido,
vos mañana, yo el ayer,
vos brasa que sabe arder
y yo soy leña mojada,
vos sos mucho, yo soy nada,
iguales...venimo'a ser.
Escuchá hermano
a Juan Cruz
Sé güeno y trabajador
y a nada le mañeriés
quien trabaja, n'olvidés,
es mirado más mejor;
hacéte muy cumplidor
y nunca andés rezongando,
seas pión o estés mandando
tratá bien a los demás,
siempre es mejor capataz
el qu'empezó mensualiando.
Respetá a todos primero
y te van a respetar,
igual que pa' saludar
sacáte boina o sombrero;
séle gaucho al forastero
sin preguntarle quien es,
en tu rancho o donde estés
atendélo 'e lo mejor
tratándose de un favor
siempr'es poco cuanto dés.
Usá de güen fundamento
pa'tayar en discusión
quien tiene güena razón
güeno tiene el pensamiento;
aprendé a cada momento
anque sea duro el tratarlo,
sin que precise mostrarlo
es conocido el capás,
y no te olvidés jamás
que al amigo hay que cuidarlo.
Sé poco afeto a peliar
que mancha el nombre y la mano
pero si te toca, hermano,
no te debés achicar,
nunca tenés que aflojar
más vale seguí tirando,
y aunque te sigas golpiando
mirá de frente a la vida
que nü es carrera perdida
la que vayas sujetando.
Procurá de ser mejor
que aquel que te haiga enseñao,
y poné mucho cuidao
en hacerte oservador;
elejí como a una flor
la que sea tu compañera,
vos queréla, que te quiera,
y verás con alegría
que no la tenés pa' un día
sino...¡pa la vida entera!
Nunca te hagás el altivo
mas vale se escondedor
el sonso vive mejor
que el que se las da de vivo;
sabé ser agradecido
tamién decente y honrao,
pues si en tu güeya has andao
como lista de zorrino
serás tan güen argentino
como es cierto lo qu'he hablao.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Las taperas
Casi al llegar a mi pueblo,
he visto un rancho destruído
que en otro tiempo fue nido
de canciones y de amor;
hoy es tapera doliente,
nada del pasado existe,
sólo el recuerdo bien triste
de cuando tuvo esplendor!
Los jilgueritos cantores
ya no entonan en su alero
el trino alegre y parlero
de su argentina canción,
porque la pobre tapera
que cobijó sus amores,
está sin luz y sin flores,
sin bellezas ni emoción!
El sauce que le dio sombra,
desmantelado, sin hojas...
El viento llora congojas
donde otrora cantó...
Y hasta la ventana misma
del triste rancho vencido
es un símbolo caído
de la criolla que amparó!
El brocal pleno de yuyos,
sin soga, baldes sin nada,
sin una gota la aguada
y el jardín sin una flor...
Blanqueando las osamentas
a la orilla del sendero
y algún chimango agorero
dando vuelta alrededor!
Casi al llegar a Bragado
está este cuadro sombrío
que viene al recuerdo mío
y amarga mi corazón;
porque sin luz ni alegría
ni bellezas ni quimera,
tambien mi vida es tapera
donde no hay más que dolor!
martes, 26 de agosto de 2008
Doña Petronila
M´hijita: vengo azorada
a mi güelta 'e la ciudá,
pues una parece allá
oveja de otra majada;
la mujer va alivianada
de toda clase de ropa,
al estilo de la Uropa
a según decir se siente...
y el vestido...transparente
como el cristal de una copa.
Del modo que van calzadas
algo te lo vi'a contar:
sin medias, pa empezar
botín de puntas cortadas,
uñas de los pies pintadas
y mostrando los talones.
De correas o corriones
los zapatos son compuestos,
siendo más bien unos cestos
llenos de respiraciones.
Aura cualquier muy tranquila
hasta en Florida pasiando,
va los dedos enseñando
porque... dicen que se estila;
pero de m'hija Cerila,
que andaba la vez pasada
con la alpargata gastada
y el dedo grande de ajuera,
se raian, como si hubiera
quedao pa la cachetada.
Hoy todo lo han olvidao;
la mujer cuando vestía,
su rica media lucía
y un lindo pie bien calzao;
eso todito ha cambiao,
solo lo chocante impera,
y si andar dedos ajuera
parecía una disgracia,
hoy es gala, ché Anastasia,
¡y lujo y moda en cualquiera!
Gaucho sol
Lucha el sol en retirada,
de un tajo degüella al cielo
y la sangre que va al suelo
deja una mancha morada.
La noche, en su atropellada,
pone una venda en la herida
mientras el sol, en su huida,
va bajando atrincherao,
pa salir por otro lao
y pegarle una embestida.
La noche hace un alto y calla;
y al creer que el sol va en derrota
tiende su carpa grandota
sobre el campo de batalla.
Forcejeando entre la malla
que forman nubes cenizas,
miles de estrellas pesquisas
aujerean la techumbre,
como si juese una lumbre
que al salir se hiciera trizas.
Cae de chasque al campamento,
vichando por la barranca,
la luna, que es como blanca
bandera de parlamento.
Se abrillanta cuando el viento
despeja la inmensidá
pero el sol que ya no está
pa dar cuartel ni resuello,
vuelve tocando a degüello
y triunfa la claridá.
miércoles, 20 de agosto de 2008
viernes, 15 de agosto de 2008
Explicaciones.
Hoy he vuelto a verte después de tanto tiempo
y al verte así, tal vez, me has fascinao
pues veo que en vos tuito ha cambiao
como cambia de un día al otro el firmamento.
Tu gusto antes bueno, ahora no tanto;
tu cuerpo antes tosco, ahora entablado;
antes roto y miserable tu calzado
ahora largas trenzas llevás puestas...
Pero dejame que te diga prienda mía
que a pesar que te encuentro tan cambiada
seguís siendo la mesma que yo antes conocía
y me seguís pareciendo...: ¡una cagada!
miércoles, 13 de agosto de 2008
Me casé pa discansar.
China si me andás queriendo
como me lo has prometido
hay que pensar en el nido
así que el rancho andá haciendo.
Acá cerca estuve viendo
un lindo monte de acacio
andá cortando despacio
pa'l horcón y el esquinero
pa un corral y un gallinero
aprovechando el espacio.
Comprate alguna lechera,
alguna oveja, algún chancho
y pa adornar bien el rancho
plantate una enredadera.
El flete de las cuadreras
tratá de que esté liviano
vos te levantás temprano
y cuando ordeñas la vaca
me lo trotiás a la estaca
y masajiás pata y mano.
Mientras come la ración
ponete al juego el asao
y si ya me he despertao
me cebás un cimarrón.
Ensillás el mancarrón
que voy a la pulpería;
pa eso del mediodía
preparás un güen puchero
que como tanto te quiero
vendré a hacerte compañía.
Si te vas de tardecita
a la casa de tu mama
me dejás una mucama
que sea joven y bonita
que por ay viene visita
y te pueden criticar
además pa cocinar
y pa limpiar la cocina
porque yo, querida china,
me casé pa discansar.
martes, 12 de agosto de 2008
Chamigo
-Hola, ch´amigo, ¿qué tal?
-Pero muy lindo, ch´amigo.
Es el típico saludo
que usamos los correntinos.
"Ch´amigo" quiere decir:
literalmente "mi amigo"
aunque en rigor de verdad
eso se halle enriquecido
por todo cuanto contiene
de fraterno, de afectivo.
El "ch´amigo es algo más
que lo común de un amigo;
es esa mano que estrecha
con impulso repentino;
es la voz que en ocasiones
nos nace como un estímulo
para dar fuerza al elogio:
-¡Estuviste bien, ch´amigo!
O la advertencia oportuna
cuando en algún trance crítico
alguien se acerca y nos dice
muy formal:-¡Chake, ch´amigo!
cuando brindamos asilo,
diciendo sencillamente:
-¡Esta es tu casa, ch´amigo!
o el reproche que nos brota
cuando exclamamos, heridos
por el filo de una ofensa:
-¡Eso sí que no, ch´amigo!
Hasta en ello, hasta en lo ingrato
la expresión tiene sentido
de cuño tan puro y noble
que le da valor de símbolo,
un símbolo de amistad
muy propio del correntino.
Pero así, cordial y hermoso,
no crea usted que el "ch´amigo"
se lo prodiga a cualquiera.
No señor.Es ese un rito
que se practica tan sólo
cuando está reconocido
el real afecto de aquellos
que se consagran amigos.
Por eso ,sin prevenciones,
confíe en el correntino
cuando,corazón en mano,
se le entrega en un "ch´amigo".
No te rías de un colla.
No te rías de un colla que bajó del cerro,
que dejó sus cabras, sus ovejas tiernas, sus habales yertos;
no te rías de un colla, si lo ves callado,
si lo ves zopenco, si lo ves dormido.
No te rías de un colla, si al cruzar la calle
lo ves correteando igual que una llama, igual que un guanaco,
asustao el runa como asno bien chúcaro,
poncho con sombrero, debajo del brazo.
No sobres al colla, si un día de sol
lo ves abrigado con ropa de lana, transpirando entero;
ten presente, amigo, que él vino del cerro, donde hay mucho frío,
donde el viento helado rajeteó sus manos y partió su callo.
No te rías de un colla, si lo ves comiendo
su mote cocido, su carne de avío,
allá, en una plaza, sobre una vereda, o cerca del río;
menos si lo ves coquiando por su Pachamama.
Él bajó del cerro a vender sus cueros,
a vender su lana, a comprar azúcar, a llevar su harina;
y es tan precavido, que trajo su plata,
y hasta su comida, y no te pide nada.
No te rías de un colla que está en la frontera
pa'l lao de La Quiaca o allá en las alturas del Abra del Zenta;
ten presente, amigo, que él será el primero en parar las patas
cuando alguien se atreva a violar la Patria.
No te burles de un colla, que si vas pa'l cerro,
te abrirá las puertas de su triste casa,
tomarás su chicha, te dará su poncho, y junto a sus guaguas,
comerás un tulpo y a cambio de nada.
No te rías de un colla que busca el silencio,
que en medio de lajas cultiva sus habas
y allá, en las alturas, en donde no hay nada,
¡así sobrevive con su Pachamama!
Tranquera de alambre.
Ya nadie más te arregló
tranquera vieja de alambre,
cuando un mancarrón con hambre
las varillas te pisó.
Una soga te amarró
contra aquél poste machazo,
y un cuatrero apuradazo
la cortó con el cuchillo;
desde entonces un yuguillo
le daba al palo un abrazo.
Por vos la chata cargada
vi salir a rueda muerta.
Cien veces te dejé abierta
y otras tantas mal cerrada.
Y aparto de la manada
de recordaciones viejas
esa vez que con las rejas
del herrero regresé...
por dejarte sin el pie
se salieron las ovejas.
Por vos dentró una mañana
la sembradora nuevita
con la pintura fresquita
cuando la trajo Quintana.
Por vos se jué la alazana
que después volvió con cría...
Por vos dentraba y salía
el panadero en su carro;
y si había mucho barro
por un mes no aparecía.
En tu palo me afirmé
una vez bajo la luna
cando no tuve fortuna
en un baile al que llegué;
y a gatas te desaté
otra noche medio extraña
en que pude darme maña
para abrirte con trabajo,
cuando el matungo me trajo
medio vandiao en la caña.
Cuantas güellas polvorientas
en vos tuvieron final.
Por vos salió aquél mensual
cuando le dieron las cuentas.
Por vos las yeguas sedientas
dentraban en los veranos
y aquél comprador de granos
que pa' dentrar te ladiaba...
al dirse no te cerraba
pa' no estropiarse las manos.
Por vos pa' las elecciones
dentraban con los retratos
de todos los candidatos
pa' conversar con los piones...
y haciéndose los gauchones
se venían de alpargatas...
las que no por ser baratas
sirven pa' disimular;
es difícil contrariar
la costumbre de las patas.
Con la cara satisfecha,
por vos dentró el chacarero,
con aquél auto primero
cuando pegó esa cosecha.
Parecías más estrecha
cuando salía una tropa;
y mi añoranza galopa
por un día de chaparrón
cuando te abría algún pión
que había llegao hecho sopa.
Por vos los enamoraos
con esperanza pasaron.
Por vos en el sulki entraron
los novios recién casaos.
A mercachifles cargaos
le diste entrada y salida
y en la última partida
con un perro de cortejo
por vos salió el vasco viejo
cuando se jué de la vida.
Llegó el progreso ladino,
y vos, que a nadie atajaste,
también dentrar lo dejaste
tranquerita del camino.
Una de madera vino
que con cadenas se aferra,
y con un candao se cierra;
lo que no pasó con vos,
en los tiempos en que Dios
andaba sobre la tierra.
Hoy te hago esta humilde rima
tranquera como un consuelo;
yo que te dejé en el suelo
y te pasé por encima.
Ya que el recuerdo me arrima
con el tordillo cansao,
frente a vos me he desmontao,
porque en el alma te llevo,
y quise abrirte de nuevo
para entrar en el pasao.
Alpillera
Hoy yo te canto alpillera
que serviste pa' todo uso.
¿Qué fue lo que no se puso
en una bolsa cualquiera?
Aunque viniste de ajuera
para embolsar los cereales,
tus servicios fueron tales
que hoy decirte necesito
que ocupás un lugarcito
en las cosas nacionales.
Recorriste todo el mapa
y juistes en este país,
cincha y maleta pa'l maíz
y en la sacada de papa.
Pa'l apero juiste tapa
y se te usó pa'l candil,
juiste bajera y mandil
y pa' llevar una res,
te he visto más de una vez
tendida sobre un cuadril.
Juiste hermana del mendigo,
su limosna en vos ponía
y, si la noche era fría,
vos le serviste de abrigo.
El linyera fue tu amigo
porque sin vos no era nada
y al salir de la ranchada
con vos el mono cuadró,
de vagallera te usó,
de colchón y de frazada.
Vos limpiaste la parrilla,
diste güelta el asador
y tapastes el motor
de la vieja cortitrilla.
Se te puso de almohadilla
pa'l pecho de un animal.
Vos serviste de morral
y en las quintas, de espantajos
y para muchos trabajos
te usaron de delantal.
Te ponían sober el asiento
a veces en el arao,
y bajo el carro parao
juiste reparo pa'l viento;
por ahí en un campamento
te usaron de servilleta.
Pa´l monte juiste carpeta,
pa' los dados silenciosa
y nunca se usó otra cosa
pa' ir a buscar la galleta.
Con vos tapaban el chancho
mientras que se lo pelaba,
y colgada se te usaba
como puerta en algún rancho.
Apagastes en el ancho
pajonal la quemazón.
Vos serviste de tapón
pa'l hormiguero de un vaso,
de media y de cielorraso
y pa' forrar un jamón.
A veces te utilizaron
como vaina pa'l cuchillo
y, a falta de cojinillo
pa' andar en pelo te usaron;
con gallinas te ocuparon
aquellos que las vendían
y adentro tuyo metían
hasta el pavo más grandote
y pa' que saque el cogote
un aujerito te hacían.
Juiste camita pa'l perro
arrolladito y temblando
y te manotearon cuando
estaba caliente un fierro.
También afirmo y no le erro
que una piedra en la pelea,
si entre una bolsa se emplea
es terrible porque engaña
y esquilando en la campaña
te usaban como manea.
Dándole tiempo a que cobre
se tenían suerte un domingo
juiste la tapa de un pingo
de algún carrerista pobre.
El changa te puso sobre
la espalda después del pique
y pa' que naides critique
en la mayor humildá'
salvaste la intimidá'
con hechura de tabique.
El alambrador te tuvo
pa'llevar las herramientas
y en cosechadoras lentas
juiste sombrilla que anduvo.
Vos le limpiastes el tubo
a las lámparas de ayer,
y pa' llamarlo a comer
al arador con su yunta
de una alta caña en la punta
siempre te sabían poner.
Al cielo te remontaste
de un barrilete en la cola
y en la punta de una piola
la carne al pozo bajaste.
Pa´la labor te prestaste
de punto cruz en la escuela.
Te pusieron de entretela
pa'l saco de algún pueblero
y hasta te usó el guitarrero
pa' funda de una vigüela.
Pa' hacer fuego a la mañana
siempre te usaron de mecha
y en el tiempo de cosecha
pa' forrar la damajuana.
Juiste lienzo pa' la lana
y pa' una rueda remojo.
Vos le tapastes el ojo
al chúcaro más sin yel
y servistes de mantel
pa' comer en el rastrojo.
Se jueron los pugilistas
por el tablón del olvido
y vos tampoco has querido
vivir sin esos artistas.
Aquellos malabaristas
que te llamaban "la baya"...
A veces pienso: ¡amalaya!
volviera a ver por un rato,
ninque sea en un barato,
personajes de esa laya.
Hoy todo el mundo te añora,
bolsa de los caminantes;
tanto el que quiere lo de antes
o el que quiere lo de ahora.
Porque juistes bienhechora
y en esto no hay desacuerdo
aunque ya con trancos lerdos
he llegao a este lugar
y aquí me puse a vaciar
la bolsa de unos recuerdos.
Estación de vía muerta.
(Foto donde aparece don Luis Domingo Berho y detrás, la Estación del Faro que inspirara estos versos suyos)
Estación vieja y deshecha
que fuiste una romería,
cuando era todo alegría
pa los tiempos de cosecha.
Hoy parece que te pecha
el mancarrón del olvido,
quién sabe por dónde han ido
bolseros y capataces,
hombres fuertes y capaces
que pa siempre se han perdido.
Ya no se ve ni un linyera
pal lao del embarcadero,
ni una estiba con letrero
de una firma cerealera.
Ya por tu enorme tranquera
no dentra ninguna chata,
el carrero no desata
su famosa caballada,
ni descarga en la planchada
las bolsas por la culata.
Ya no hay muchachas bonitas
paseando por el andén,
que iban a esperar el tren
en las lindas tardecitas.
Contra tus vías limpitas
no se estrella el sol radiante,
y en esa quietud constante
de las ruinas que allí quedan,
ya ni se mueve la rueda
de tu molino gigante.
El cambista no camina
con la blusa azul aquella,
ni la máquina resuella
con su aliento de neblina;
ya no están en la oficina
ni el jefe ni el auxiliar,
ya no se oye repicar
el telégrafo tampoco,
y los gorriones, de a poco,
han terminao por copar.
Tu señal está tranquila,
tus galpones carcomidos;
en esos rieles dormidos
ya no hay vagones en fila.
No se ve ninguna pila
sobre tu playa desierta;
tu campana no despierta
y es su badajo oxidao...
¡un lagrimón olvidao
llorando una vía muerta!
Estación vieja y deshecha
que fuiste una romería,
cuando era todo alegría
pa los tiempos de cosecha.
Hoy parece que te pecha
el mancarrón del olvido,
quién sabe por dónde han ido
bolseros y capataces,
hombres fuertes y capaces
que pa siempre se han perdido.
Ya no se ve ni un linyera
pal lao del embarcadero,
ni una estiba con letrero
de una firma cerealera.
Ya por tu enorme tranquera
no dentra ninguna chata,
el carrero no desata
su famosa caballada,
ni descarga en la planchada
las bolsas por la culata.
Ya no hay muchachas bonitas
paseando por el andén,
que iban a esperar el tren
en las lindas tardecitas.
Contra tus vías limpitas
no se estrella el sol radiante,
y en esa quietud constante
de las ruinas que allí quedan,
ya ni se mueve la rueda
de tu molino gigante.
El cambista no camina
con la blusa azul aquella,
ni la máquina resuella
con su aliento de neblina;
ya no están en la oficina
ni el jefe ni el auxiliar,
ya no se oye repicar
el telégrafo tampoco,
y los gorriones, de a poco,
han terminao por copar.
Tu señal está tranquila,
tus galpones carcomidos;
en esos rieles dormidos
ya no hay vagones en fila.
No se ve ninguna pila
sobre tu playa desierta;
tu campana no despierta
y es su badajo oxidao...
¡un lagrimón olvidao
llorando una vía muerta!
lunes, 11 de agosto de 2008
Ensillando
El sol que se ha despertao
me manda una luz al cruce
al verme arreglarle el tuse
a un flete oscuro tapao.
Es que pa dir al poblao
saldré temprano del puesto,
y como es lindo el pretexto
en semejante ocasión
con mi emprendao pobretón
viá ensillar echando el resto.
En él no hay mucho valor
porque el dueño es un resero,
pero a prolijo y campero
puede arrimarse al mejor.
Cada prenda con mi amor
les voy a dir detallando,
pa que vayan observando
pilcha por pilcha en su aspecto,
o le saquen un defecto
mientras que voy ensillando.
Primero la sudadera
le asiento con gran cuidao
bien justo de cada lao
para que no haga "bandera".
Al ponerse esa bajera
siempre precauciones tomo,
porque el hombre muestra aplomo
y hasta su ciencia resalta
cuando al pingo no le falta
ni un solo pelo del lomo.
Pongo un mandil colorao
y otro azul, de buena lana,
pa' que la gente paisana
no vaya creerme un dejao.
Ser prolijo y delicao
no es nada muy trabajoso,
y suele ser ventajoso
ya que ande llegue a parar
siempre lo han de ponderar
al criollo que es cuidadoso.
La carona nunca olvido
por servicial y crioya
que parejita se apoya
realzando el racao florido.
Todo gaucho presumido
con ella el pilchaje entona,
porque un recao sin carona
es verano sin chicharra,
o parece una guitarra
que le falta la bordona.
Con la mayor sencillez
pero realzando su estampa
le pongo una matra pampa
cuidando cada doblés.
Y así convertido en juez
que no perdona un descuido,
aunque he galopiao tupido
con mi oscuro en ocasiones,
de la cruz y los riñones
nunca lo vi dolorido.
Pongo los bastos, y veo
que cada tapa de plata
es señal que los delata
como prenda de paseo.
Al ponerlos me floreo
y cuando los emparejo
entre el brillo y el reflejo
me hacen ver de tal manera
como si el sol se viniera
a mirarse en un espejo.
De anca 'e potro la encimera
que un viejo me ha trabajao,
de un bagual bayo tiznao
quebrao en la vizcachera.
Es fuertona su asidera
y machazos sus corriones,
pa que aguanten los tirones
porque el criollo siempre adujo
que hasta en las pilchas de lujo
hay que tener precauciones.
Cincha muy bien trabajada
de cuero crudo elegido,
hecha por un entendido
pareja y bien macetiada.
Viene a copar la parada
con apuros de apretar,
pero yo siempre al cinchar
cualquier detalle contemplo,
como siguiendo el ejemplo
del que me enseñó a ensillar.
De cerca, ó de medio lejos,
mirando en forma segura
verán a la misma altura
los dos estribos parejos.
La luna les dio reflejos
una noche al contemplarlos,
y aunque a menudo se usarlos
en fiestas de tradición
de tan guachitos que son
me da pena de pisarlos.
Haciendo grupa al recao
brillosas y tentadoras
le pongo las boleadoras
en su lugar obligao.
Son como un certificao
del tiempo que han recorrido,
y desafiando al olvido
hoy brillan airosamente,
cual si el pasao, al presente,
le echara una falta envido.
Un lazo bien trabajao
mostrando su trenza blanca
le acomodo sobre el anca
prolijamente arrollao.
En su trabajo esmerao,
vistoso y de resistencia
en todo el tiro evidencia
de la presilla a la argolla,
un sello a la mano criolla
de lujo, de arte y de ciencia.
Como adorno superior
después le pongo el pretal
porque pa mi es habitual
salir como un gaucho flor.
Prenda de lujo mayor
siempre mi atención reclama,
y entre el brillo que derrama
de su patrón, con derecho,
justo en el medio del pecho
va luciendo un monograma.
Recortao a la medida
va un cuero negro gauchón,
blandito como un colchón
de lana corta y tupida.
El sobrepuesto enseguida
pongo con cierat cautela,
donde el carpincho revela
su suavidad y sus matices
y un cinfín de cicatrices
que parecen de viruela.
Doy una vuelta al cinchón
y vuelvo a dalre otra más
pa que no digan jamás
que está ensillando un chambón.
Debe empezar de pichón
quien se quiera destacar,
y en el diario trajinar
algo nuevo hay que aprender,
porque dicen que el saber
no ocupa ningún lugar.
El rebenque está conmigo
y si ustedes no lo han visto
está siempre a mano y listo
como si fuera un amigo.
Ha sido y es el testigo
en cada ocasión que ensillo,
y mandón como un caudillo
que de su fuerza alardea
colgado, se balancea,
desde el cabo del cuchillo.
Formando un solo conjunto,
rienda, cabezada y freno,
como en el día del estreno
relumbran de contrapunto.
Mientras enfreno, repunto
la manada de mis versos,
y haciendo algunos esfuerzos
entre chiflido y chiflido
los traigo desde el olvido
aunque se encuentren dispersos.
Bozal bien cáido al hocico
dando al sol sus resplandores,
sumando sus pasadores
como trescientos y pico.
Y así como les explico
al seguir con mi tarea
el cabresto juguetea,
mientras yo en la cogotera
con los botones pa afuera
le prendo bien la manea.
Ponerle un recao a un flete
parece cosa sencilla,
pero no cualquiera ensilla
que ensillar no es un juguete.
Al que no sabe y se mete
ya renegando lo siento,
pues nadie dirá que miento
las molestias que ocasiona
si la mosca está bravona
o si sopla fuerte el viento.
Pa que opine cada cual
a su antojo y sin apuro
dejo ensillao a mi oscuro
rienda arriba en el corral.
Y como a carta cabal
soy criollo de campo afuera,
rogarle a Dios yo quisiera
pa que el recao y mi pingo
no anden en manos de gringo
el día que yo me muera.