lunes, 4 de mayo de 2015

Caña





Mano a mano


Es a usté mesmo, paisano,
que lo quiero aconsejar;
tengo ganas de versiar
y está liviana la mano.
Como viejo, soy baquiano
y la vista no m'engaña:
la vida me dió mas maña
que a petiso chacarero;
ansí abra el ojo, aparsero,
vi'a'blarle sobre la caña.

¡La caña! ¡Diosa bendita!
Sólo al nombre, compañero,
se me pon'el tragadero
como p'haser gorgoritos.
La sensia, con sus escritos,
dise de tuita sabensia:
Ahura li habla la esperensia
d'este gáucho, duro y viejo.
Siga nomás mi consejo
y riasé de la sensia.

¿Qué tien'el pecho serráo
y tuese com'un oveja,
y se áhuga porque lo aqueja
un machaso refriáo?
Ya está el rimedio encontrao,
viejo, no le quede duda:
medesina macanuda.
- juera de tuita pavada-
es chupar caña quemada,
con un güen "taco" de cruda.

Si hase tiempo enfermo está
sufriendo 'e la "pajariya",
pa'eso es una maraviya
la caña con arasá.
Tamién caña con gutiá
es güena pa'muncha cosa,
y si el dolor me lo acosa
y en el cuerpo se l'ensaña,
misture un frasco de caña
y "esencia maraviyosa".

¿Que su china "campanuda"
está enferma de la "madre"?
No se me asuste, compadre,
y dele caña con ruda.
Verá como pronto suda,
y hasta el cuerpo se le baña;
p'haserle güena compaña,
- es justo que se lo diga-
le acomoda en la barriga
un trapo mojáo con caña.

Si la boca siente asquiada
del tabaco de otra causa,
haga unos buches, con pausa,
de caña con limonada.
Cuando la pans'afetada
de dolores, tenga usté,
no se me arroye, por qué,
no se v'a morir del chucho,
y áhi nomás, y sobr'el pucho
tome caño con ferné.

Si tien'en el pecho un "taco"
de flemaje alborotao,
no se abatate, cuñao,
métale caña con guaco.
¿Que s'está poniendo flaco
y el disgano lo acompaña?
Se li ha d'entonar la entraña
si usté aseta mi consejo,
y dispasito y parejo
hase gárgaras con caña.

Si un rival sigue su güeya
y algún miedo lo acompaña,
eche pólvora en la caña
y haga escarsiar la boteya:
que dispués no li hase meya,
ni un hombre, ni batayón
y es capás, de sopetón,
si la pisada no chinga,
de sambuyirle a Mandinga
hasta la crus el facón.

¿Que su china, en malas tratas
"se alsó como leche hervida",
y al amargarle la vida
"lo hiso arar con las peinetas"?
¡Buesqu'en los libros, resetas,
pa'ese dolor que lo daña!
¡Que pá disgrasia tamaña,
pá no morir de dolor,
no hayará nada mejor
que prendérsele a la caña!

¿Triste, com'un día de yuvia,
tien'el alma desolada?
¡Meta caña, camarada!
que ansí el dolor no lo engubia.
Que la caña por ser rubia,
tiene mucho de mujer,
y nos agranda un plaser,
y nos achica una pena...
¡Si al haser cosa tan güena
Dios supo lo qu'ib'haser!

Cuando perdamos la calma
por algún dolor projundo
y crémos que tuito el mundo
se nos echa sobr'el alma,
¡cómo se ajunta y s'empalma
tuito el dolor en la entraña!
Pero ese duelo, esa saña
qu'en el corasón se afierra,
se ha de dir a la gran perra
si se le priende a la caña.

¡Si hase bién de munchos modos!
¿V'a declararse a una china?
¡Métale caña, que ansina,
le charl'hasta por los codos!
¡Por eso es, viejo, que todos,
más o menos l'han bebido!
Y áhura, paisano le pido,
si me topa en su campaña,
le pague un vaso de caña
pá'l viejo
                SANTOS GARRIDO



Pd: En ésta interpretación, el genial don Rufino Mario García, mezcla versos con la segunda parte de éste verso que en su libro "El Agregao" don Guillermo Cuadri ("Santos Garrido") titula también "Caña" pero agrega "en segunda repetida" y que está copiao en otro aparte de este cuaderno 'e matera, de bitácora o de lo que más rabia les de.

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