jueves, 14 de agosto de 2014

Eche otra güelta ("Caña doble" - Valseao)



Eche otra guelta, mozo, de caña doble
y en vaso grande
Pa’ ver si de una china que se me ha juido
puedo olvidarme.

Era una buena moza. de ojos grandotes,
y guenas carnes…
una morocha de esas que aqui en el campo
no ha visto naide.

Su voz era tan dulce que era la envidia,
de los zorzales,
sus trenzas era negras, mucho mas negras,
que’l azabache,

de un color que la noche vestiría
si se enlutase,
y en su boquita fresca se perfumaba
la flor del aire.

Mi rancho era la gloria, yo el mas dichoso
de los amantes,
y Dios nos dio un hijito, pa’que mis dichas
se desbordasen.

Lo gueno dura poco,cuando del campo
volvi una tarde,
con unas ansias locas de llegar pronto
 ¡pa’ tomar mate!

 Hallé el rancho vacio, muertas las brasas,
revuelto el catre,
 y  en la cuna, la pobre criaturita
¡llorando de hambre!

Un papel que habia escrito, sobre la mesa,
me dio detalles:
 “Adios, te dejo el chico, me voy con otro
pa’ Buenos Aires”.

Malditas las mujeres que tienen hijos
y que los hacen
pa’ que parezcan guachos, siempre ignorando
quien fue su madre.

Se me ñublo la vista, como si el mundo
se me acabase…
le eche mano a la daga que se movía
pidiendo sangre.

Pero del angelito sentí los llantos
como si hablasen
y me dijesen: “tata…¡te necesito!…
¡veni…cuidame!”.

¡Y es cierto!, no merece la muy perdida
que yo la mate
y que por culpa suya pudra mis huesos
en una cárcel.

No hay que la castigue, se estará riendo
¡la miserable!...
Por eso chupo.  Mozo, traiga otra caña…
¡quiero mamarme!…

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