sábado, 10 de marzo de 2012

Los pecados capitales


Voy en rimados renglones
a introducirme en un tema
que puede causar problema
de ideas o religiones.
Son sanas las intenciones
que mi pensamiento anida
veré si en forma instruida
con lo poco que he estudiado
ahondo los siete pecados
capitales de la vida.

La soberbia es el orgullo
y amor propio desmedido,
quien solamente ha aprendido
todo lo que hay cerca suyo,
quien se aleja del murmullo
para gritar aquí estoy,
piensa en mañana porque hoy
ya todo resolvió él
y afirma con tono cruel:
¡qué imprescindible que soy!


Ira es deseo de venganza
que uno sobre el otro tiene
pensando que le conviene
asesinar la esperanza
y como eso no le alcanza
atenta contra la paz
y ya en él no piensa más
pues su pensamiento indigno
espera que algo maligno
le suceda a los demás.


Gula es comer y beber
en un nivel desmedido
quien solamente ha querido
que sea ese su quehacer,
quien no puede comprender
a aquél que sale a pedir
y que por sobrevivir
una migaja suplica
y él conoce y no practica
la palabra compartir.
Avaricia es el afecto
excesivo a la riqueza,
quien no conoce pobreza
y piensa que eso es correcto,
quien pronuncia en su dialecto
que su meta es además
el capital eficaz
que al avaro le conviene,
es aquél que mucho tiene
pero desea tener más.

De las carnes el placer
lujuria se llama el vicio
que muchos toman de oficio
tanto hombre como mujer,
que es un error proceder
de esa equívoca manera
es quien elige a cualquiera
por concretar un encuentro
y al no mirarse por dentro
suele observarse por fuera.

Desear los bienes ajenos
se ha denominado envidia,
es quien predica perfidia
especialmente a los buenos,
es quien no quiere ser menos
para ser en todo ducho,
es quien te dice "te esucho"
y el celo lo deja loco
sin darse cuenta que poco
puede significar mucho.

Pereza es la repugnancia
al esfuerzo y al trabajo
desde el vientre que lo trajo
acciona con ignorancia
quien no conoce distancia
por cumplir obligaciones
y que en diversas cuestiones
no cumple el cargo que ocupa
ya que solo se preocupa
en sus tontas diversiones.

Todos somos pecadores
ante Dios y ante la vida
y desde nuestra venida
hemos cometido errores
pensando que son los peores
o que no hay otros iguales,
pero hay que saber que vale
el perdón que a otro ofrecemos
así más comprenderemos
los pecados capitales.

1 comentario:

Monica dijo...

siempre que pido en un delivery de sushi me pongo a leer un libro que tengo sobre pecados capitales, me encanto la entrada