martes, 25 de octubre de 2011

Yo canto a los cuatro vientos

(Foto: Also Sessa)
Yo canto a los cuatro vientos
porque me sobra garganta,
y el alma se me agiganta
cuando pulso el instrumento;
largo el aire lo que siento
sin medida ni patrón,
puntudos como facón
son mis versos orejanos,
por eso que a mis paisanos
les llego hasta el corazón.

No hago aparte en el cristiano
como si fuera una hacienda,
cara al sol, en cualquier senda
a tuitos les doy la mano;
enterrao'en el pantano,
para cinchar, el primero,
no le aflojo al entrevero
pues no me tengo por lerdo,
no reculo ni me pierdo
cuando hay que jugarse entero.

Me entristece ver al hombre
maneao'por la conveniencia,
muerto en vida y sin conciencia
por un puñado de cobres;
de su miseria, si es pobre,
sin tener para matear,
como macho ha de aguantar
a lo macho la estaqueada,
... se es rico sin tener nada
si nada lo hace hocicar.

Yo soy mensual como muchos
y aunque al patrón no le cuadre,
sólo mi tata y mi madre
me hicieron sentir el chucho;
soy como brasa de pucho
que aunque parezco apagada
va a pegar flor de espantada
al que me quiera olfatear,
porque lo vi'a hacer quejar
mesmo que yegua apretada.

Y ahora me voy campo afuera,
más libre que un alarido,
que el que canta no ha nacido
pa'ser monta de cualquiera;
mi grito es enredadera
que trepa así al firmamento,
soy atadura de tiento
que aguanta cualquier tirón
y ceniza de fogón
que va jineteando el viento.

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