domingo, 11 de septiembre de 2011

Evitemos la guerra (Empecemos por la escuela)

(Foto: obra "Maestro rural" de Nora Jaikin)

Empecemos por la escuela;
que el niño aprenda con calma
cosas nobles para el alma,
de amor y fraternidad;
y no militaricemos
el alma de la mujer,
que mañana debe ser
madre de la humanidad.

Enseñemos a los niños
poesía y literatura,
sentimientos de cultura,
de bondades y de amor;
que formen la voluntad
del ciudadano esperado,
en el libro, en el arado,
en la industria y la labor.

No halaguemos la inocencia
con citas de historias cruentas,
de las batallas sangrientas
que el niño debe ignorar;
que los niños rían y canten
himnos de amor y bonanza,
bajo la azul lontananza
de la inmensidad solar.

Preparemos a los niños
el espíritu Argentino,
formando el gesto genuino
del caballero del bien;
que amen y sientan la patria
como el que más la venera.
Y alcen la noble bandera
hasta el más sagrado edén.

Para el orgullo del país
la insignia es la semejanza
de la dulce lontananza
que se extiende como un tul;
de sus profundos colores
refleja el alma Argentina,
por la expresión cristalina
de un cielo blanco y azul.

Por la llanura y su clima,
el florestal prodigioso,
por su suelo generoso
abundante hasta el desmán;
es un símbolo de paz
su fecundante riqueza,
donde hay por naturaleza
exuberancia de pan.

Hay que endulzar el espíritu
de los hombres del mañana,
que es la evolución humana
futuro de la nación;
para que fraternalmente
compartan de la fatiga,
como de la rubia espiga
todos tengan su porción.

En vez de loas a la guerra
y de himnos a las batallas,
de hosannas a las metrallas
y el retumbo del tambor;
que entonen todos los pibes
la canción de los trigales,
de las riquezas rurales
y las praderas en flor.

En vez de hacerles oir
la toma de una trinchera,
por más heroica que fuera
la victoria militar;
es mucho más útil darles
nociones de avicultura,
ideas de agricultura,
de injertar y de podar.

Preparemos a los niños
para el noble sentimiento,
que de ahí parte el fundamento
de la civilización;
empecemos por la infancia
a sembrar las maravillas,
la dignísima semilla
de la santa educación.
..................................................................
En el día del Maestro:

¡Feliz día para todos
los que ejercen como tales!
...y son tan fundamentales!

abrazo a tuitos:
el gauchoguacho

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