miércoles, 7 de septiembre de 2011

El gaucho de la epopeya

(Pintura: Francisco Madero Marenco)

¡Ay, Dios mío, qué reunión!
¡Qué linda que está la rueda!
Si algún rinconcito queda
me atracaré hasta el fogón
porque traigo el corazón
lleno'e güenos sentimientos
y si escuchan un momento
en mi gaucho patriotismo
viá levantarle al criollismo
el más justo monumento.

Un monumento grandioso,
como el gaucho lo merece,
porque luchó sin dobleces
por ver su suelo glorioso,
por eso quiero con gozo
recordar con gratitud,
su noblez y su virtud,
que es mi orgullo en cualquier parte
porque es el gaucho un baluarte
en la América del Sud.

Él, con Güemes el caudillo,
en enterezas muy fieras
con sus bravas montoneras
luchó con lanza y cuchillo;
él le dio a mi patria brillo
con su nervio de guerrero
y él fue también el primero
que al llamado del clarín
corrió junto a San Martín
pa formar los Granaderos.

Gaucho fiel a su destino
que llevó desde Mendoza
para la gesta gloriosa
su noble pecho argentino.
Gaucho valiente y genuino
que a la patria engrandeció;
fue el primero que cruzó
la cumbrera de los Andes
y sin guapiar de ser grande
a Chile la libertó.

También con Manuel Belgrano
y a la sombra'e su bandera
para llevarla altanera
luchó el gaucho veterano.
Y en el Perú soberano
sobre su gloria se empina,
por eso mi alma se inclina
frente al gaucho y sus blasones:
¡libertador de naciones
Chile, Perú y La Argentina!

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