jueves, 16 de junio de 2011

La venganza de Tolosa


El sol ya se iba perdiendo
en un cielo color rosa
cuando el paisano Tolosa
cayó al "boliche" sonriendo.
-"Güenas tardes", dijo haciendo
con la mano una señal
de un salto dejó el bagual
como quien anda apurado
y después disimulado
acaricióse el puñal.

Avanzó muy cauteloso
como con cierto temor
y ya junto al mostrador
le pidió una caña al mozo
luego en tono amistoso
dijo,-"el que quiera tomar
no tiene más que avanzar
que mujeres y botellas
son las dos cosas más bellas
que Dios ha podido crear.

"No acepto su invitación",
dijo uno con mala fé,
"sin que antes retire usted
su mala comparación...
¡Si fué por vos compadrón
mal cristiano y peor amigo
hace un tiempo que te sigo
como si tu sombra fuera,
si sos macho, salí ajuera
pa comprobar lo que digo".

El sol ya se había perdido
cuando el paisano Tolosa
le puso fin a la cosa
dejando a Simón tendido
fue aquello como un soplido
que no se pudo evitar
los que quisieron mediar
no les respondió el coraje
y así se lavó el ultraje
de un asunto familiar.

Cuenta en el pago la gente
que el amigo Juan Tolosa,
tenía una hermana preciosa
de una belleza imponente.
Tan linda, tan inocente,
casi un ángel parecía;
mas, quiso el destino un día
que conociera a Simón,
pronto le dió el corazón
y... lo mejor que tenía.

Él le habló de casamiento
y la incauta paisanita
creyó en todo pobrecita
sin ver que todo era cuento,
su hermano hizo un juramento
y lanzó una maldición:
dijo: "En alguna ocasión
que pueda, en cualquier cancha,
¡yo sabré lavar la mancha
con la sangre de Simón!"

Así fue que aquella tarde
cuando el sol ya se perdía,
en la vieja pulpería
logró encontrar al cobarde.
Ahí nomás sin mucho alarde
cumplió su venganza humana,
-"Tomá", le dijo, -" mañana
no has de proceder así...
unas te las doy por mí
y las demás por mi hermana".

Peleó "el mozo" como un león
con terrible valentía
pero venció el que tenía
más honrado el corazón.
Esta tremenda lección,
esta venganza grandiosa
lsería más provechosa
si en cada hogar deshonrao,
cayera sobre el malvado
un hombre como Tolosa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La letra pertenece a Juan Pedro López, un payador de leyenda ..

Jesús Aniceto Echúdez Pereira dijo...

Lo recitaba mi papá con gran intensidad, siendo yo muy chico aún.

Anónimo dijo...

No se entiende quien fue el que salto a decirle que retire la comparación. Una verga