domingo, 5 de junio de 2011

Invierno

(Pintura: Francisco Madero Marenco)
Ahora que el invierno viene
y cada vez más lo siento,
en que hace cosquilla el viento
y a maltratar siempre me tiene,
el prepararse conviene,
que va la cosa "endeveras";
cuando es muchacho, cualquiera
le sabe guapear al frío,
pero yo ya no me río
¡Empiezo a tener goteras!

Por los años muy maltrecho
lo mesmo que un pobre rancho,
que cual nido de carancho
tiene las pajas del techo,
raleadas de trecho en trecho,
revueltas cual chuzas feas
en las constantes peleas
con vientos, con aquilones
¡Por cobijar los fogones
donde el buen criollo matea!

El poncho se fue pelando
y me parece más fino:
si fuese el poncho ladino
¡Las cosas que irían contando!
De aquellas noches, de cuando
una china alborozada
no tenía otra enramada
para gambetearle al frío
¡Que el calor del pecho mío
y el poncho que nos tapaba!

Dónde estará la muy pilla,
tal vez chupeteando lerdo
el mate de los recuerdos,
vieja, bichoca y tordilla,
y eso que era como ardilla:
¡Qué moza, válgame Dios!
y ligera para los
mandados como un expreso,
¡Cuando yo le daba un beso
ella me zampaba dos!

No es de "rispeto" que un viejo
cuente eso, comentarán.
Pero ya me lo dirán
si a viejos llegan, ¡canejo!
Si no se vive el reflejo
de la juventud de ayer
¿Qué cosas pueden haber
que nos traigan alborozos?
¡Ah, tiempos de los rebozos,
se jueron pa no volver!

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