jueves, 16 de junio de 2011

El viejo gaucho


Hijo soberbio del llano,
desde la cuna el pampero
del rancho bajo el alero
lo besó como un hermano...
Veló su espíritu sano
empapado de grandeza
y su indómita fiereza
no fue carne de rebenque,
¡ni fue la fuerza, palenque,
para doblar su cabeza!

Viejo ya; encanecido;
del ombú seca guirnalda,
siente crujir en su espalda
los derrumbes del olvido...
Y de intemperies curtido
entre sus júbilos probos
no llegan a sus arrobos
del desengaño las rachas...
¡hasta el filo de las hachas
se mella en los algarrobos!

Así les cuenta a sus nietos
de la enramada al arrullo
los altos timbres de orgullo
de sus amores inquietos;
los dolorosos secretos
de una pasión infeliz,
que grabó con su desliz
la opuesta y cortante hoja
¡y fue una rúbrica roja
la indeleble cicatriz!

Así les cuenta del brío
que tuvo en la guerra el puño
cuando de sangre el terruño
sintió desatarse un río...
Cuando el gauchaje bravío
confundido con el lodo,
sobre las cumbres un codo
se alzó con la correntada...
¡para convertirse en nada
después de haber sido todo!

Como su potro triunfal
haló en el trabajo freno
y el arado rompió el seno
de la pampa virginal.
Como al nacer el trigal
hamacado de sudor,
convertido en labrador,
hizo de su lanza astillas,
para caer de rodillas,
ante el surco redentor.

Al vibrar su voz amena
en la nostalgia concluye
como el raudal que diluye
sus espumas en la arena...
Nublan sus ojos la pena
de la tarde desmayada...
y temblando la enramada
al pasar las mariposas
vuelca un perfume de rosas
en su cabeza nevada.

Del tranquilo atardecer
con la luz de tono vago,
parece el alma del pago
que se está por desprender...
Desata el fondo del ser
una lágrima cautiva
la tarde ya pensativa
recogiendo su visión
¡y pasa la tradición
como una sombra furtiva!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente!!! Hace unos cuantos años, ya. En el Uruguay...una gente amiga con la que pasaba la noche cantaron una canción sobre un gaucho viejo al que una noche, unos bandidos le roban todo lo que tiene...otros gauchos jóvenes que se percatan de la historia persiguen a los malos y le reponen lo suyo al gaucho.
Soy amante del folk desde hace años, pero recuerdo aquella noche como la manifestación más pristina de la música de raices que he escuchado nunca. Curiosamente, jamás volvi a escuchar ese tema..a los mejor algún día...
Desde Madrid con afecto y ánimos por tú excelente blog.
Salud.
Rubén