miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mi viejo


Sueño y mi mente despierta
al conjuro del recuerdo,
y se dibuja en el tiempo
la recia estampa del viejo.

Erguido como una roca,
centinela en el silencio,
oteando el mañana umbroso
sobre la carpa del cielo.

Poniéndole el pecho al mundo,
al sol, al agua y al viento;
y a la maldad que se esconde
a la vuelta del sendero.

Envuelto en la manta pampa,
tejida a cariño y besos,
se hiergue como un titán
la figura de mi viejo.

¡Mi viejo! creyendo
que me engañaba
ponía muy seria la cara
pa hacerme una represión.

¡Mi viejo! que cuando
algo le pedía
daba un portazo y salía
por no decirme que no.

¡Mi viejo! el cuco
con que mi mama
me asustaba
pa que obedeciera yo.

¡Mi viejo! ese viejo
querido que cuando
me dio un chirlo
le dolió en el corazón.

La vieja siempre es la vieja!
No la olvido y la mantengo
en el altar de mi pecho
y en todos mis pensamientos.

Pero es criminal olvido
dejar que transcurra el tiempo,
sin que se eleve una voz
en homenaje sincero.

¡Por eso hoy quiero cantarle
con toda la voz que tengo,
a ese, mi primer amigo;
ese amigo señero,

que me dio todo su nombre
y me enjoyó con su ejemplo
porque al cantarle a mi padre
le canto a todos los viejos!

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