jueves, 12 de noviembre de 2009

Galopando sin apuro


Galopando sin apuro,
yo voy cruzando mi vida
con la vista dirigida
hacia un rumbo bien seguro.
Pa'mí no hay días oscuros
por más que se enlute el cielo,
nada detiene mi vuelo
porque tengo la prudencia
de respetar la conciencia
de ser hijo de este suelo.

Si tengo mirada altiva,
créanme, no es de soberbio;
pues no dejo que mis nervios
me dominen mientras viva.
A veces trago saliva
y me hago el desentendido;
en la huella yo he aprendido
que no gana el que más grita:
mas no siempre aquél que invita
me corre en un real envido.

Defe'tos debo tener
como cualisquier humano;
pero rispeto, paisano,
al hombre y a la mujer.
Ya de mi madre al nacer
recibí esta condición,
la sesera y la razón
se hacen daga en mi cintura:
que es el arma más segura
que puede usar un varón.

Soy cantor y no pretendo,
hecharlas de consejero;
sólo con tino y esmero
cuido lo que voy diciendo.
Que la vida se va llendo
es una ley bien sabida,
todo tiene una medida
y es al ñudo hacerse el duro:
galopando sin apuro
yo voy cruzando mi vida.

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