miércoles, 11 de noviembre de 2009

Aprendan muchachos

(Recordando que ayer 10 de noviembre celebramos el día de la tradición)




En este tiempo en que estamos,
en que tan fácil se olvida,
dejando correr la vida
sin saber ni donde vamos;
es justo nos detengamos
un instante a meditar,
y entremos a reflexionar
sobre costumbres de ayer,
hoy debemos aprender
para mañana enseñar.

Aprender muchachos de ahora
nuestras bellas tradiciones
y a nuevas generaciones
transmitirles sin demora;
lo viejo ha de ser aurora
en los días que vendrán,
auroras que inundarán
el alma del colorido
de costumbres que se han ido,
pero que muertas no están.

Para ello hay que revivir
el amor patrio primero,
inequívoco sendero
que los debe conducir;
amen, no dejen morir
lo que les dará expansiones,
amen como aman los leones
la selva en que han nacido,
¡que no sé si sus rugidos
no son amantes canciones!

Una guitarra encordada
jamás les debe faltar,
pues ella alcanza a llegar
al alma en toda jornada;
que no haya nadie ni nada
que la pueda ensombrecer,
y está en ustedes hacer
que brille y que vibre más,
porque no ha de ser la jazz
la que la haga enmudecer.

Lo nativo hay que inculcar,
tomarlo sagradamente,
con la fe con que el creyente
se acerca al pie del altar;
y hasta en el aula escolar
debía ser obligación
enseñar el pericón,
danza de música bella,
para que deje una huella
de Patria en el corazón.

Aprendan nuestras canciones
que nunca causan desdoro,
ellas son el hilo de oro
que bordan las tradiciones;
tengan algunas nociones
de la doma, esquila, yerra,
descubran lo que se encierra
en los trabajos camperos,
¡no parezcan extranjeros
estando en su propia tierra!

Por eso, aprendan siquiera
los que estén en ese ambiente,
y podrán ser exponente
de sabiduría campera;
sepan lo que es la mancera
y el timón del arado,
lo que es el pelo colorado
distingan del doradillo,
cuándo es sabino el tordillo,
qué es rabicano manchado.

En éste país que ha sido
cuna de gauchos camperos
y que en tropillas y aperos
hubo lujo desmedido;
casi ha desaparecido
lo que aquí estoy recordando,
y en los que se vienen criando
en los trabajos del suelo...
¡hay quien no conoce el pelo
del pingo que está motando!

Aprendan a conocer
campos, haciendas, cereales,
pastos y cosas rurales
que han hecho el país florecer;
¡y no olviden el deber
en que están de repudiar
al que en vez de trabajar
viene de algún suelo extraño,
como embajador del daño
a corromper y agitar!

La reacción será lograda,
pero tras lucha constante,
con el Himno por delante
que es la patria condensada;
y sin más arma ni espada
que patrióticos ideales,
soldados espirituales
sean para defender...
¡muros que quieren caer
se sostienen con puntales!

5 comentarios:

Walter Sotelo dijo...

Gracias por mostrar , difundir cosas tan nuestras..

Federico Letizia dijo...

Hola, quién es el Autor de esos versos tan lindos ???? Me llegó y video, y lo he buscado por Internet, pero no logro saber quien lo escribió

gauchoguacho dijo...

don Federico, de mi mayor consideración:

Si se fija, con los ojos grandes como el 2 de oro o como lampalagua mirando un lagarto tomando sol, verá que debajo del verso, en las etiquetas dice: Gualberto Márquez, conocido como "Charrúa".

Unknown dijo...

Estimado Amigo, recién hoy un año después veo su Respuesta. Muy amable!!!
Sabe usted que no conocía a Walberto Marquez "Charrúa", luego investigué y vi que su Obra en un tiempo se había casi perdido, y luego a instancias de su Nieta, creo, se reeditaron sus tres libros de Poemas Gauchescos.
Muchas gracias y un Fuerte abrazo!!!!!

Anónimo dijo...

Hola buenas tardes de quién es este verso