jueves, 15 de octubre de 2009

La guitarra gaucha


Dulce como la mujer,
como la mujer formada,
canta por la boca amores,
gime por la boca su alma.

En su telar de seis hilos
teje cantos de alborada,
cuando los bronces guerreros
cesan en sus clarinadas.

Llegó a esta tierra fecunda
portadora de esperanzas,
se hizo nido de zorzales,
de jilgueros y calandrias
y por su boca redonda
comenzó a cantar mi raza.

Cantó primero la angustia
de sentirse esclavizada;
con voz suave como un rezo.

Más tarde con su voz airada,
gritó al mundo su protesta
entre acordes y moharras.

Una mañana de Mayo,
hablaron criollas guitarras
junto al corazón del pueblo,
y sólo dijeron: "Patria".
"Patria", respondió el pampero;
el "zonda" repitió "Patria"
y en la cima de los Andes
el cóndor batió sus alas.

El nuevo mundo al conjuro
del alma de mil guitarras,
escribió con letras de oro
en su historia, estas palabras:
"Libertad, para los pueblos
que han sabido conquistarla".

Volvió la guitarra al llano
atesorando en su caja
"marineras" y "corridos",
"bailecitos" y "vidalas".

Cruzó la Pampa con Vega
hasta la inmortal payada,
cantando sus aventuras
en pulperías y estancias.

Se hizo astillas en "gayeras"
parando una puñalada,
y se perfumó de amor
mil veces en las ventanas.

Alternó con las "manceras"
en manos rudas y ásperas,
y en los días de festejo
balbuceó la canción "patria".

¡Por eso que donde quiera
que se encuentre una guitarra
está diciendo "PRESENTE"
al mundo entero mi raza!

No hay comentarios: