viernes, 23 de octubre de 2009

El guachito




Al pasar de recorrida
por el albardón del tala
me clavó una espina mala
ver echada una parida;
la vaca como escondida
estaba entre'l pasto puna
y áhi me malicié alguna
alversidá me'speraba,
porque'l guachito balaba
demostrándome su hambruna.

Viéndola ya más cercana
pude comprobar, por cierto,
que'staba el animal muerto
...y dende hora muy temprana!
Yo me dije ¡qué macana,
pobre destino pa'l guacho!
y endemientras que me agacho
pa'comenzar a cueriar
lo veo al pobre caminar
con un temblor de borracho.

Ya cumplida la faena
y al echar al anca el cuero
el balido del ternero
se me hace un yanto de pena.
Me acuerdo de mi Azucena
y una sonrisa grandota
por la ocurrencia me brota
y en la grupa'e mi recao,
dejo al guachito cruzao
al que cruel la vida azota.

Y ansí al tranco pa' las casas
me güelvo con el ternero
pa'que con amor y esmero
mi mujer... le críe las grasas!
Si hasta veo las batarazas
salir en una espantada
cuando en juerte atropeyada
balando el patio repeche
el guachito, por la leche
que ya le tráin preparada.

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