jueves, 30 de abril de 2009

El lunar de mi tropilla


Pico blanco, gargantilla
y zarco del lao del lazo,
supe tener un picazo
de lunar en mi tropilla.
Era de laya sencilla
y sin yel pa galopiar:
yo lo he sabido probar
en destintas ocasiones,
cuando esigían los patrones
saberse desempeñar.

Picazo, mi pensamiento
sincero quiero atracarte,
y dentrar a alabancearte
como es tu merecimiento.
No es charla 'e cocina o cuento
ponderear tus condiciones;
son verdades que a montones
fueron quedando a tu paso...
¡Por que vos juiste, picazo,
motivo 'e conversaciones!

Cuando dentraba a un poblao
y pisaba la gramilla,
se hacía un arco y de costilla
se paseaba atravesao.
A veces, de lao a lao
de la calle solía dir.
Pa mí era "el de conseguir",
y por culpa 'e las mujeres
lo enllené de amaneceres
y de noches sin dormir.

A una yerra de convite
donde cayí de goloso,
hice yunta con un mozo
al que no le di desquite.
Como verso de confite
quedó el paisano, tirao:
se le acabó un colorao
más ligero que un balazo,
y yo seguí en el picazo
como si hubiera empezao.

Por eso es que en este día
en que lo estoy recordando,
con gusto le voy cantando
la mejor milonga mía.
Es tan grande mi alegría
cuando le canto al picazo,
porque en verdá, fue un pingazo
el lunar de mi tropilla:
pico blanco, gargantilla
y zarco del lao del lazo.

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