viernes, 27 de junio de 2008

Viejo facón.


Viejo facón oriental
que un bisagüelo entrerriano
atravesando un pantano
encontró por un casual.
En mi vida de mensual
sos la mas clara evidencia,
y apegao a mi existencia,
en tu vaina descansando,
vas conmigo desvirando
los tientos de la paciencia.

Viejo facón cabo e' plata
gastao en la empuñadura
hermano de mi cintura
y regalo de mi tata:
con vos tuzé aquella ingrata
que me quiso basurear,
y tuve que lastimar
al que salió en su defensa,
jurando por esa trenza,
no volverme a disgraciar.

Sin embargo aquella vez
que me rigorió el patrón,
aunque yo tenía razón
no quisiste hacer de juez.
Por respeto a su vejez,
me jui tragando amargura
y el mal recuerdo me dura
porque en vez de hincharle el lomo,
a mi mano, ni se cómo,
la asujeté en mi cintura.

Cuando la hija 'el puestero
se ahorcó por un mal amor,
vos cortaste el mañador
que ella ató en el alero.
Cuando en un pial certero
cayó un sotreta quebrao,
vos mesmo lo has despenao
de la manera más criolla,
dentrándole justo en la golla
pa' que muera desangrao.

Viejo facón camarada,
de hoja delgada y filosa
sin mí vos no sos gran cosa
y yo sin vos no soy nada.
Tu punta en una rodada,
me habrió un tajo en la cadera.
Pero la moza pueblera
que me atendió de esa herida,
con una pasión fingida
me hizo otra herida más fiera.

Viejo facón justiciero,
que en una tacuara larga,
entraste en la última carga
de aquél abuelo pionero.
Reliquia, plata y acero,
prolongación de mi brazo;
sos el amigo gauchazo
que me harás sentir más juerte,
cuando al peliar con la muerte
le tire el último hachazo.





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